Curiosa historia la que publica este sábado la prensa estadounidense y en España recoge el diario ABC. Según ha revelado Robert Kraft, dueño de los New England Patriots, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se apropió sin su consentimiento con uno de los anillos de campeones de la Super Bowl, la gran final del fútbol americano (NFL).
Fue concretamente en el verano de 2005 durante una reunión de negocios que Putin mantuvo con un grupo de empresarios estadounidenses en el Palacio Konstantinovsky, cerca de San Petersburgo (Rusia). En aquella cita se encontraba Robert Kraft, que acudió ataviado con el anillo de la XXXIX Super Bowl que los Patriots habían conquistado meses atrás en Jacksonville (Florida) frente a los Philadelphia Eagles. Una auténtica joya de casi cinco quilates con diamantes incrustados y valorada en unos 25.000 dólares.
Kraft dejó que Putin se lo probara y, segundos después, le tendió la mano para recoger el anillo. Pero aquí llega lo sorprendente de la historia: en lugar de devolverle la joya, el presidente ruso la introdujo en su bolsillo sin mediar palabra y, rodeado de guardaespaldas, se dio la vuelta para sorpresa del dueño de los Patriots.
"Se lo enseñé al presidente, se lo puso en su dedo y dijo: 'podría matar a alguien con este anillo'", ha revelado ahora Kraft. En 2005, el propietario de los New England Patriots dijo que había regalado su anillo a Putin "como símbolo de respeto y admiración". Pero ahora, ocho años después, el empresario confiesa la verdad y asegura que incluso recibió una llamada de la Casa Blanca animándole a conceder su anillo a Putin como regalo en señal de las "buenas relaciones" entre ambos países.
Actualmente el anillo de la Super Bowl, falso símbolo de las "buenas relaciones" entre Estados Unidos y Rusia, se encuentra en la librería del Kremlin.