Ha pasado casi un año del accidente, y ella ya está recuperada, pero María de Villota no quiere que se olvide por que quiere advertir a los jóvenes de que no bajen la guardia al volante. Por eso, ha vuelto a enseñar el casco que llevaba puesto aquella fatídica mañana en Duxford, Inglaterra.
María ha reconocido que apenas había mostrado el casco, con una profunda hendidura lateral. Sólo a familiares y amigos. Una imagen que causó una profunda impresión en los jóvenes de un centro de la Agencia Madrileña para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor que compartieron una charla con la piloto madrileña.
"Si hubiese llevado el de antes de 2004, no estaría aquí", reconoció María en referencia a las mejoras de estos cascos de fibra de carbono en la última década. "Hay que conducir con precaución, pese a tener todo controlado, porque como ocurre en la Fórmula 1, siempre puede haber un accidente", fue el mensaje a los chavales.