Sergio García protagonizó el domingo una imagen insólita durante el torneo Arnold Palmer Invitational, que se disputa en el campo de Bay Hill (Florida, EEUU). En el hoyo 11, el español mandó su bola a un árbol y, en vez de dropar, no se le ocurrió otra cosa que escalarlo para tratar de sacar la pelota desde ahí.
El castellonense se apoyó en uno de los coches del torneo para escalar. Una vez subido al árbol, y tras analizar la situación, Sergio decidió impactar la pelota de espaldas y a una mano con el palo que le alcanzaron. Y el experimento dio resultado porque la bola cayó al green.
El español concluyó ese hoyo 11 con un doble bogey, pero las malas noticias fue que tuvo que abandonar el torneo sólo dos hoyos después debido a unas molestias en el hombro.