El mito del ciclismo vuelve a ocupar portadas. Lance Armstrong, quien fue suspendido a perpetuidad y desposeído de sus siete Tours por dopaje, estaría pensando en rectificar y asumir su culpabilidad, según publica el diario The New York Times.
El ciclista estadounidense estaría pensando en confesar el uso de sustancias prohibidas a fin de poder competir en triatlón. Debería además admitir los cargos por los que le suspendió la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA), incluida la utilización de transfusiones sanguíneas. Armstrong, de 41 años ya practicaba esta especialidad antes de comenzar su carrera profesional en el ciclismo.
Sería un cambio radical en su posicionamiento. Durante más de diez años Armstrong ha venido negando todas las acusaciones incluso después de que en octubre pasado la USADA publicara un extenso informe con el testimonio de testigos y compañeros de equipo, correos electrónicos, registros financieros y análisis de laboratorio que le implicaban en prácticas de dopaje.
Su abogado, Tim Herman, no ha confirmado la posible confesión, remitiendo la decisión al propio ciclista. "Armstrong tiene que hablar por sí mismo sobre eso", dijo. La opción de confesar ante las autoridades antidopaje "no está ahora sobre la mesa", precisa el abogado.
Según el New York Times, Armstrong ha recibido fuertes presiones desde varios frentes para que dé un paso hacia adelante, libere su conciencia y reconozca los hechos a fin de salvar la fundación Livestrong que él mismo creó tras curarse de un cáncer testicular.