La selección española femenina de balonmano se despide de la lucha por las medallas en el Europeo de Serbia tras empatar (25-25) con Rusia, en un encuentro marcado por las polémicas decisiones arbitrales en los últimos segundos de juego.
El conjunto español afrontó los instantes finales del duelo con tan sólo cuatro jugadoras de pista, tras las exclusiones de Alexandrina Barbosa y Eli Pinedo, lo que no impidió a las de Jorge Dueñas gozar de un último balón para lograr la victoria. En la última jugada, las colegiadas croatas Helena Crnojevic y Emina Kostecki no pitaron lo que pareció un claro penalti sobre la extremo Carmen Martín, y España cosechó un empate insuficiente para seguir con vida en la pelea por los metales.
Podio que se antojaba una auténtica utopía para el equipo español tras su desalentador arranque de partido. A los cinco minutos de juego, ya contaba con una inquietante desventaja de cuatro tantos (1-5) en el marcador. Pero la selección española no estaba dispuesta a rendirse tan pronto, ni a despedirse de la carrera por los metales, tal y como habían advertido las jugadoras en la previa, sin pelear con todas sus fuerzas hasta el final.
Así, a base de trabajo y carácter, España fue cerrando primero las grietas en defensa, hasta prácticamente blindar su portería, para posteriormente subsanar los problemas ofensivos, que le habían llevado a encadenar de inicio una pérdida de balón tras otra. De hecho, la selección española no logró anotar en una acción de juego -sí lo había hecho desde el punto de penalti, donde Carmen Martín estuvo excepcional- hasta los diez minutos de partido, cuando la pivote Begoña Fernández estableció el 3-6.
Y aún tendrían que pasar otros cinco para que España, por medio de Nerea Pena, anotase su primer gol desde los nueve metros, un tanto que tuvo un efecto catártico para las de Jorge Dueñas, que en los siguientes cinco minutos lograron dar la vuelta al marcador (11-10) con un contundente parcial de 5-1. Pero España estaba condenada a sufrir, como se evidenció en el arranque del segundo parcial, en el que de nuevo las imprecisiones y pérdidas de balón permitieron a Rusia, que llegó al descanso con un exigua ventaja (13-14), escaparse otra vez en el tanteador (15-18).
Diferencia que obligó a España a apretar como nunca los dientes en defensa y encomendarse a las penetraciones de Macarena Aguilar, que reapareció tras perderse los duelos con Hungría y Rumanía por lesión, que forzó un penalti tras otro, para que la infalible Carmen Martín pusiese de nuevo a las españolas (23-22) por delante en el marcador.
Sin embargo, la inoportuna lesión de Aguilar, que se vio obligada a abandonar la pista a seis minutos para la conclusión, acabó con la fluidez ofensiva de las de Dueñas, que se vieron abocadas a un dramático final de partido en el que la suerte no estuvo de su lado. Al menos con las decisiones arbitrales, que no sancionaron una posible exclusión del conjunto ruso a falta de veinte segundos para la conclusión, tras una increíble recuperación de balón de Beatriz Fernández, ni el posible penalti sobre Carmen Martín que hubiera dado la última opción de victoria al equipo español.