Llegan los Mundiales de ciclismo, las grandes jornadas de las dos ruedas. Unas pruebas que este año han arrancado con la crono por equipos –de marcas comerciales, no por países–, en la que se ha impuesto el conjunto belga del Omega Pharma-Quick Step, por tan sólo 3 segundos de margen sobre el BMC.
A priori este dato no sirve para tenerlo mucho en cuenta para las pruebas de crono y ruta. Pero sí. Sí que hay que fijarse. Sobre todo por una razón: el muro de Cauberg. El domingo, en la CRE, vimos cómo muchas escuadras perdían a su gente en esa última subida de 1,2 kilómetros casi al seis por ciento. Algunos como Pinotti o Phinney sufrieron de lo lindo en esa subida final. Desde que se corona, quedan menos de dos kilómetros a meta. Y esta subida al Cauberg, escenario de la clásica Amstel Gold Race, se realizará en la crono individual y en la ruta.
Por eso, para la prueba contrarreloj del miércoles, los favoritos en esta modalidad ya no lo son tanto. Teniendo en cuenta que Wiggins y Cancellara –plata y bronce en el último Mundial– no tomarán la salida, junto a Froome, las opciones españolas aumentan mucho. Alberto Contador y Jonathan Castroviejo son los dos representantes españoles. Y los dos, luego, doblarán en la prueba en ruta.
Para la crono, Contador parte como uno de los claros favoritos a alzarse con la medalla, y por qué no, ganar el campeonato. Recorrido sinuoso de 45,7 kilómetros y continuos toboganes. Tres tachuelas duras. La última, el Cauberg, se adapta perfectamente a sus cualidades. Y los rivales para esta prueba parece que se centran en tres nombres: el vigente campeón del mundo, Tony Martin; el campeón francés y compañero de equipo en Omega (ganador de la CRE) de Martin, Sylvian Chavanel; y el sueco Fredrik Kessiakoff, ganador de la crono de la Vuelta.
Parece poco probable que Italia, viendo lo que sufrió Pinotti en el Cauberg, pueda estar en el podio. Al igual que Australia, cuyo miembros son más rodadores y no les favorece. Quizás el estadounidense Van Garderen se pueda colar, o incluso Menchov, que acabó bien la Vuelta. Pero Contador aspira a los más alto y Castroviejo a repetir las buenas sensaciones de los últimos Juegos Olímpicos, acabando en el top ten.
España, favorita en la prueba de ruta
Donde no puede haber excusas es en la prueba en ruta del 23 de septiembre. Por nombres, España lleva su mejor selección de la historia. Puede que incluso la mejor de la historia... de todos los países: Pablo Lastras, Jonathan Castroviejo, Juan Antonio Flecha, Dani Moreno, Samuel Sánchez, Óscar Freire, Alberto Contador, Joaquim Purito Rodríguez y Alejandro Valverde. Es decir, el podio de la última Vuelta a España, el tres veces campeón del mundo, el campeón olímpico en Pekín, el ganador de una etapa en la Vuelta, el mejor español en las clásicas del norte, el noveno en los Juegos de Londres y el ganador de una etapa en el Tour y la Vuelta. Casi nada lo que presenta este nueve de José Luis de Santos.
La consigna está clara. O eso parece. El tema es hacerlo cumplir. De Santos ya ha comunicado que la selección española llega a Valkenburg con un líder claro, que es Valverde, y un segunda espada, por si éste fallara, que es Purito, con Freire de hombre libre. Los demás, en teoría, a trabajar. Pero hay mucho gallo y poco pienso. Y el granjero De Santos tiene que saber cómo repartirlo. Lastras y Castroviejo trabajaran en la primera parte de la carrera, con Flecha y Dani Moreno atentos a partir del ecuador de la prueba. Son 267 kilómetros. Se parte de Maastrich, hasta realizar cien y llegar a Valkenburg, donde comienza el circuito de 16,5 kilómetros al que darán un total de diez vueltas. Está salpicado por dos cotas: la última, el Cauberg, a menos de dos de meta.
Con los cuatro primeros hombres trabajando, quedarían los cinco gallos para el final. Samuel y Contador serían los encargados de filtrarse en los grupos más peligrosos, sabiendo que su misión no es ganar el Mundial, sino evitarle trabajo y nerviosismo a Purito y Valverde. Pero hay que ser listos. Y a cada movimiento en carrera de selecciones como Colombia, Italia, Bélgica, Francia y Holanda, un español, de los de garantías, de este quinteto final, se tiene que mover. Tener siempre a alguien en la escapada... no sea que ésa sea la buena, y perdamos el tren por habernos dejado ir. Y ojo a la lluvia, que puede hacer que sea un día todavía más duro de lo esperado.
Los rivales
Al margen de la española, Bélgica es la selección más potente con Tom Boonen y Philippe Gilbert. Pero no pasa nada: si ellos tienen a Boonen, nosotros a Freire; para contrarrestar a Gilbert, ya está Valverde. A todo ello, añádanle la pizca de fuerza que da Purito. Bien utilizadas nuestras cartas, España debería ganar. El problema es gente que puede aparecer a última hora, como el eslovaco Peter Sagan, uno de los claros favoritos, que van sin una selección fuerte y al que habrá que descolgar si no quieren que en el esprint les remate; el ruso Kolobnev (que siempre está al final), el suizo Albasini o el portugués Rui Costa.
Cinco gallos en la selección de José Luis de Santos: Samuel, Contador, Freire, Purito y Valverde. Cinco gallos a los que hay que domesticar para que, en el gallinero que será la prueba de Valkenburg, se conviertan en los amos del corral. La medalla, en menos que canta un gallo.