L D (EFE) Coma parte con el uno en el frontal de su moto y con el cartel de favorito que le confiere haber ganado esta temporada el Mundial de rallys-raid, tras haberse impuesto en las cinco pruebas en las que participó. Pero, de puertas para afuera, prefiere mostrar una actitud prudente, sabedor de que el Dakar es una carrera diferente y que son demasiados los factores que entran en juego.
"En una carrera como esta no hay favoritos", afirma el catalán, que estará muy pendiente de su compatriota Isidre Esteve y del francés Cyril Despres, subcampeón del año pasado, ambos en el equipo Gauloises. A Esteve una dura caída le privó el año pasado de ver el Lago Rosa, tradicional final de la prueba, pero de la decepción nació una motivación suplementaria que le hace confiar en la victoria final, el objetivo con el que pondrá mañana rumbo a Dakar.
El tercer piloto con máquina oficial será el joven Jordi Villadoms, que el año pasado en su debut en el Dakar se cayó cuando pugnaba por entrar entre los diez primeros y que este año será un fiel escudero de su compañero de equipo Coma. Víctor Rivera, que pilota una Rieju, apunta a estar entre los diez primeros si le aguanta la moto en su cuarta participación, las mismas que acumula el soldado Miguel Puertas, piloto de cazas, que volverá a llevar el nombre el Ejército español al Sahara.
José Manuel González Pedregá buscará repetir el triunfo en la categoría de quads logrado en la pasada temporada, un objetivo que intentará impedirle su compatriota Carlos Avendaño, el hombre que le preparó la máquina y que este año debutará en la prueba.
El duelo más esperado entre españoles se vivirá en coches, donde Nani Roma, tercero del año pasado, buscará subir al primer escalón del podium, un objetivo que también persigue Carlos Sainz en su segunda incursión en el Dakar. Ambos pilotos encarnan dos estilos de entender el rally, veloz y osado en el caso del madrileño y prudente apoyado en la resistencia en el del catalán.
Roma, que ya sabe lo que es ganar en moto, busca por tercer año la victoria en coches a bordo de un Mitsubishi Montero renovado a su gusto y cuenta como aliado con la dureza del desierto, sobre todo en el paso por Mauritania, donde las dunas dictan sentencia. Ese es, precisamente, el principal enemigo de Sainz, para quien los tramos europeos no tienen secretos, pero que en su debut del año pasado, demostró inexperiencia en el Sahara. Ahora afirma que ha mejorado y, a los mandos de su Volkswagen Touareg, aspira a conservar la ventaja que pueda acumular en las primeras etapas.
En camiones, las principales opciones españolas están en manos de Jordi Juvanteny y de Pep Vila.
"En una carrera como esta no hay favoritos", afirma el catalán, que estará muy pendiente de su compatriota Isidre Esteve y del francés Cyril Despres, subcampeón del año pasado, ambos en el equipo Gauloises. A Esteve una dura caída le privó el año pasado de ver el Lago Rosa, tradicional final de la prueba, pero de la decepción nació una motivación suplementaria que le hace confiar en la victoria final, el objetivo con el que pondrá mañana rumbo a Dakar.
El tercer piloto con máquina oficial será el joven Jordi Villadoms, que el año pasado en su debut en el Dakar se cayó cuando pugnaba por entrar entre los diez primeros y que este año será un fiel escudero de su compañero de equipo Coma. Víctor Rivera, que pilota una Rieju, apunta a estar entre los diez primeros si le aguanta la moto en su cuarta participación, las mismas que acumula el soldado Miguel Puertas, piloto de cazas, que volverá a llevar el nombre el Ejército español al Sahara.
José Manuel González Pedregá buscará repetir el triunfo en la categoría de quads logrado en la pasada temporada, un objetivo que intentará impedirle su compatriota Carlos Avendaño, el hombre que le preparó la máquina y que este año debutará en la prueba.
El duelo más esperado entre españoles se vivirá en coches, donde Nani Roma, tercero del año pasado, buscará subir al primer escalón del podium, un objetivo que también persigue Carlos Sainz en su segunda incursión en el Dakar. Ambos pilotos encarnan dos estilos de entender el rally, veloz y osado en el caso del madrileño y prudente apoyado en la resistencia en el del catalán.
Roma, que ya sabe lo que es ganar en moto, busca por tercer año la victoria en coches a bordo de un Mitsubishi Montero renovado a su gusto y cuenta como aliado con la dureza del desierto, sobre todo en el paso por Mauritania, donde las dunas dictan sentencia. Ese es, precisamente, el principal enemigo de Sainz, para quien los tramos europeos no tienen secretos, pero que en su debut del año pasado, demostró inexperiencia en el Sahara. Ahora afirma que ha mejorado y, a los mandos de su Volkswagen Touareg, aspira a conservar la ventaja que pueda acumular en las primeras etapas.
En camiones, las principales opciones españolas están en manos de Jordi Juvanteny y de Pep Vila.