La atleta palentina ha roto su silencio y ha concedido, por primera vez, una entrevista en Veo7 con Pedro J. Ramírez. Marta Domínguez ha defendido su inocencia y ha rechazado que se dopara. Además, cree ver alguna implicación política en la Operación Galgo, ya que ella fue militante del PP y se presentó en las listas populares en Palencia. Uno a uno, ha ido desmontando todos los puntos en los que se basa el sumario que se encuentra en manos del juez.
Marta Domínguez ha negado todas las acusaciones que pesan sobre ella. Además, de negar que traficara con sustancias dopantes, indica que "es imposible pensar que te puedas dopar porque te van a pillar".
La atleta palentina ha rememorado el momento en el que la Guardia Civil inició el registro de su casa, justo cuando ella iba a hacerse una prueba para ver el estado de salud de su bebé. Marta ha negado que encontraran nada: "La Guardia Civil vino buscando productos dopantes y dinero, y no encontraron nada". Eso sí, ha reconocido que tiene medicación en casa, pero "natural".
Preguntada por si cree ver alguna conexión política en la Operación Galgo, la campeona del mundo en 3.000 obstáculos "quiere pensar que no" porque es una buena persona. Sin embargo, no niega que se le haya pasado por la cabeza. "La gente me dice que esto puede ser político, pero quiero pensar que no", ha comentado.
Para Marta Domínguez "ha sido una sorpresa que me hayan investigado desde hace mucho tiempo", pero recalca que no tiene nada que esconder y que en sus llamadas no han podido encontrar nada comprometedor. Además, ha negado su vinculación con la Operación Puerto y con la bolsa de sangre encontrada con el nombre de 'Urco'. También ha desmentido cualquier nexo con el médico de la trama: "Nunca me ha tratado Eufemiano Fuentes".
Sobre el porqué de la ruptura de las relaciones con su ex entrenador, Mariano Díez, que ha cargado duramente contra la atleta, Marta Domínguez ha dado sus motivos: "Él deja de ser muy profesional, pasa de ir a verme entrenar". Además, asegura que Mariano Díez "no quiere tratar con César Pérez", al que llamaba "el camello de la Blume".