L D (EFE) "Hago lo que me gusta y encima lo hago bien", decía la atleta palentina, que arropada por medio centenar de sus paisanos y sentada junto a uno de sus principales valedores, el presidente de la Real Federación Española de Atletismo, Jose María Odriozola, ha sido la protagonista del ciclo Españoles del Siglo XXI celebrado en el centro cultural Villa de Madrid. Después de ver las imágenes de su triunfo en la carrera de los 5.000 metros de los pasados campeonatos Europeos de Múnich, Marta Domínguez hacía un repaso de su vida deportiva comenzando en las frías tierras palentinas para concluir con su merecida medalla de plata lograda el pasado sábado en la carrera de 3.000 en los Mundiales de Birmingham.
"Empecé en el atletismo con 9 años tocando todos los palos y poco a poco me centre en el medio fondo, y el verdadero impulso a mi carrera llegó después de ser Campeona de España con 15 años cuando fui a Madrid a una concentración y en una conferencia de (Jose María) Odriozola que dijo que el atletismo era un tres que solo pasaba una vez en la vida, y yo decidí cogerlo", recordaba la atleta palentina. "Detrás de todos los triunfos hay mucho sacrificio y trabajo, y me he ganado todo lo que he conseguido porque llevo mucho tiempo entrenando muy duro", destacaba Marta Domínguez.
Durante años Marta compaginó sus estudios de Educación Física con los entrenamientos, algo que, según ella, le prohibió dar el salto de calidad que ha dado ahora. "Durante la Universidad descansaba poco y eso influyó en mis resultados, pero cuando acabé mi vida se relajó y he logrado dar un salto de calidad", señalaba la campeona de Europa de 5.000. Marta Domínguez, que ha sacado oro de su portentosa fuerza en los últimos metros, comentó que, como todos los atletas, sufre sus bajones en carrera, "especialmente cuando quedan tres o cuatro vueltas para la meta". "En la prueba de 5.000 par mi el cuarto kilómetro se me hace muy duro. Ahí empiezas a sufrir, pero si consigues superar eso el éxito está asegurado".
En Birmingham no fue menos y, según recordaba Marta Domínguez, "cuando quedaban apenas 600 metros hubo un bajón pero ahí hay que sufrir porque si tiras la toalla te caes hasta los últimos puestos". Uno de los secretos que desveló Marta ante sus paisanos fue las tácticas de intimidación que toda atleta trata de llevar a cabo en la llamada "cámara de llamadas", lugar donde los participantes se calzan y pasan los minutos previos a salir a la pista. "Tratas de intimidar con la mirada, debes jerarquizar a las rivales y salir y demostrar que tienes mayor rango. Yo salto a la pista y defiendo la pista uno, que es mía y que no me la va a quitar nadie, aunque luego me expulsen de la carrera por golpear", confesaba la palentina.
"Empecé en el atletismo con 9 años tocando todos los palos y poco a poco me centre en el medio fondo, y el verdadero impulso a mi carrera llegó después de ser Campeona de España con 15 años cuando fui a Madrid a una concentración y en una conferencia de (Jose María) Odriozola que dijo que el atletismo era un tres que solo pasaba una vez en la vida, y yo decidí cogerlo", recordaba la atleta palentina. "Detrás de todos los triunfos hay mucho sacrificio y trabajo, y me he ganado todo lo que he conseguido porque llevo mucho tiempo entrenando muy duro", destacaba Marta Domínguez.
Durante años Marta compaginó sus estudios de Educación Física con los entrenamientos, algo que, según ella, le prohibió dar el salto de calidad que ha dado ahora. "Durante la Universidad descansaba poco y eso influyó en mis resultados, pero cuando acabé mi vida se relajó y he logrado dar un salto de calidad", señalaba la campeona de Europa de 5.000. Marta Domínguez, que ha sacado oro de su portentosa fuerza en los últimos metros, comentó que, como todos los atletas, sufre sus bajones en carrera, "especialmente cuando quedan tres o cuatro vueltas para la meta". "En la prueba de 5.000 par mi el cuarto kilómetro se me hace muy duro. Ahí empiezas a sufrir, pero si consigues superar eso el éxito está asegurado".
En Birmingham no fue menos y, según recordaba Marta Domínguez, "cuando quedaban apenas 600 metros hubo un bajón pero ahí hay que sufrir porque si tiras la toalla te caes hasta los últimos puestos". Uno de los secretos que desveló Marta ante sus paisanos fue las tácticas de intimidación que toda atleta trata de llevar a cabo en la llamada "cámara de llamadas", lugar donde los participantes se calzan y pasan los minutos previos a salir a la pista. "Tratas de intimidar con la mirada, debes jerarquizar a las rivales y salir y demostrar que tienes mayor rango. Yo salto a la pista y defiendo la pista uno, que es mía y que no me la va a quitar nadie, aunque luego me expulsen de la carrera por golpear", confesaba la palentina.