L D (EFE) Además de la condena a 48 meses de suspensión, De Clerq, que anunciaba el pasado 30 de diciembre de manera inesperada el final de su carrera profesional, tendrá que pagar una multa de 10.000 francos suizos (unos 6.450 euros). Se trata de la misma pena por la que fueron condenados el pasado 8 de octubre los ciclistas Johan Museeuw, Jo Planckaert y Chris Peers por implicación en el mismo caso.
Este caso relacionado con el dopaje en Bélgica comenzó después de una serie de investigaciones iniciadas en Flandes el 4 de septiembre de 2003, cuando el masajista Herman Versele reconoció haber suministrado productos prohibidos a ciclistas profesionales, antes de retractarse. La policía encontró en los domicilios de los cuatro ciclistas hormonas humanas suministradas por el veterinario José Landuyt, próximo a Versele y del que ya se sospechaba que proporcionaba hormonas de crecimiento a varios ganaderos.
El Tribunal de Courtrai, que instruyó un sumario contra Landuyt y Versele y cuya investigación sigue en curso, remitió en septiembre de 2003 los informes de los corredores a la comisión disciplinaria de la LVB. Los análisis sanguíneos y de orina realizados el pasado mes de a los citados corredores dieron negativo y no se vieron rastros de productos dopantes. De Clerq, que cumplirá 39 años en tres días, no estuvo presente en la vista de hoy debido a un deceso en su familia.
Su abogado, Peter Callebaut, dice estar "muy decepcionado" y califica la pena de demasiado dura al insistir en que su cliente "no ha hecho nada". Callebaut ha afirmado que no existen pruebas de un consumo de productos dopantes de su cliente y ha destacado que De Clerq habló varias veces con Landuyt en el marco de un libro que está escribiendo. El abogado aconsejará a su cliente que presente un recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en Lausana (Suiza), lo que tendrá que hacer en un plazo de 30 días.
Este caso relacionado con el dopaje en Bélgica comenzó después de una serie de investigaciones iniciadas en Flandes el 4 de septiembre de 2003, cuando el masajista Herman Versele reconoció haber suministrado productos prohibidos a ciclistas profesionales, antes de retractarse. La policía encontró en los domicilios de los cuatro ciclistas hormonas humanas suministradas por el veterinario José Landuyt, próximo a Versele y del que ya se sospechaba que proporcionaba hormonas de crecimiento a varios ganaderos.
El Tribunal de Courtrai, que instruyó un sumario contra Landuyt y Versele y cuya investigación sigue en curso, remitió en septiembre de 2003 los informes de los corredores a la comisión disciplinaria de la LVB. Los análisis sanguíneos y de orina realizados el pasado mes de a los citados corredores dieron negativo y no se vieron rastros de productos dopantes. De Clerq, que cumplirá 39 años en tres días, no estuvo presente en la vista de hoy debido a un deceso en su familia.
Su abogado, Peter Callebaut, dice estar "muy decepcionado" y califica la pena de demasiado dura al insistir en que su cliente "no ha hecho nada". Callebaut ha afirmado que no existen pruebas de un consumo de productos dopantes de su cliente y ha destacado que De Clerq habló varias veces con Landuyt en el marco de un libro que está escribiendo. El abogado aconsejará a su cliente que presente un recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en Lausana (Suiza), lo que tendrá que hacer en un plazo de 30 días.