El técnico del Sevilla, Gregorio Manzano, declaró tras el empate (2-2) en el Iberostar Estadi mallorquín que su equipo había jugado "una muy mala primera parte", y por ello, "gracias a Dios nos vamos de Mallorca con un punto".
"La diferencia mínima con la que acabó el primer tiempo (2-1) nos ha dado opciones para empatar en la segunda parte, en la que hicimos méritos. Nos vamos con el mal sabor de boca de que hemos tirado los primeros 45 minutos", indicaba el técnico.
El entrenador jienense también se refirió al hostil recibimiento, con una sonora pitada y pañuelos, que le tributaron los aficionados del Mallorca. "La afición siempre es soberana, si ha creído oportuno hacerlo, está bien hecho. Cada uno puede interpretar lo que quiera en función de las circunstancias. He regresado a Mallorca en estas circunstancias y espero hacerlo en otras".
Después, Manzano se negó a responder a más preguntas sobre su regreso a la isla, ante la persistencias de los periodistas mallorquines, que no olvidan el maltrato al que fueron sometidos por el entrenador en forma de faltas de respeto continuas en sus declaraciones mientras era el entrenador del Mallorca.
Si siguió hablando sobre su equipo, asegurando que era "pronto para realizar balances. Prefiero esperar al final de la temporada y ver cuántos puntos hemos sumado y qué objetivos hemos cumplido".