Así, los colegiales afrontan el duelo tras caer en Illumbe 86-74 y con ganas de un triunfo para acercarse a los puestos que le permitan disputar su siempre ansiada Copa del Rey, competición en la que el equipo ha logrado sus mayores éxitos.
Con un balance de 6-8, los de Luis Casimiro, que han acusado las bajas de Blake Ahearn, su mejor jugador que abandonó la entidad hace unas semanas y Germán Gabriel por lesión, precisan del triunfo para mantener intactas sus opciones coperas hasta el corte de enero aunque el traspié en San Sebastián les puede pasar factura.
Pendientes de la evolución de Gabriel, duda hasta última hora, Casimiro confía en incorporar al pívot español tras la corta plantilla que presenta y que los jóvenes respondan en un duelo tan importante, mientras que Chris Lofton, nuevo fichaje colegial como recambio a Ahearn, ya está en condiciones de ayudar en la dirección.
Los del Ramiro buscarán crecerse ante el eterno rival y motivarse para dar una alegría a su afición en el partido que cierra el año y empezar con buen pie el 2010, tras el sufrimiento pasado a lo largo del 2009.
De esta forma, sin tiempo para respirar o bajar la cabeza, ambos equipos confían en superar el tropiezo con un triunfo, más obligado para el Real Madrid, que afronta su peor momento de la temporada, acrecentado por la histórica y sonrojante derrota en el 'clásico'.
Perder con el Regal FC Barcelona puede entrar dentro de lo posible, pero los sucedido ayer en Vistalegre tuvo todos los 'alicientes' para ser el peor tropiezo del equipo en mucho tiempo, y más echando la vista atrás al buen comienzo de campaña y a los desastres que se están viendo en las últimas semanas.
Los de Ettore Messina, que comenzaron con una racha imparable y triunfal de 11-0 en la ACB, han sumado tres derrotas consecutivas que no sólo les han relegado a la tercera plaza, por detrás de dos de sus verdugos, Caja Laboral y Barça, sino que han hecho sonar las alarmas.
Un triunfo en cuatro partidos, y en la mayoría con mal juego e inferioridad clara sobre el rival, es un pobre bagaje para un equipo con objetivos de campeón para esta temporada, y más dadas las buenas sensaciones de los primeros meses de competición.
LAS BAJAS, NO PUEDEN SER DE NUEVO EXCUSA.
Además, a la victoria más abultada (57-79) de la historia del Barça en un 'clásico' en Madrid se le ha unido la ruptura de la imbatibilidad del los blancos en Vistalegre en 14 partidos, todos los de la presenta campaña y los últimos de la pasada.
Sólo la plaga de bajas que afecta al equipo desde el comienzo y que ha ido a más en las últimas semanas puede servir como excusa, pero algunas de las ausencias van a ser de cierta duración y parece que el equipo necesitará refuerzos, aunque sea por parte de alguno de los desahuciados por el entrenador italiano.
Las bajas de Felipe Reyes y Van den Spiegel, a los que el equipo pareció no echar en falta a comienzos de temporada, sí se notaron frente al Barcelona, y a ellas se une la de Sergio Llull, sin el que el conjunto blanco parece incapaz de ganar. El base de Mahón era el relevo de lujo para Prigioni y el 'revolucionador' de partidos, y su frescura y chispa no la aporta ningún otro en la plantilla.
Con esto, y sin poder contar tampoco con Travis Hansen, habrá que ver si se puede producir el debut del serbio Marko Jaric, que lleva muchos meses sin jugar. Además, Messina siempre cuenta con la opción Hervelle para reforzar el juego interior, pese que el belga nunca entró en sus planes.