Los dos primeros amistosos, ambos saldados con un 2-3, y con remontada incluida, permitieron a Jose Mourinho empezar a sacar sus primeras conclusiones, la mayoría positivas, aunque algunas menos buenas. Entre lo mejor, destaca el brillante comienzo de Sergio Canales, a quien se le notó suelto, integrado y sin falta de experiencia, aunque también contando a su favor con el hecho de llegar algo más rodado que el resto tras haber disputado el Europeo sub-19.
Igualmente, el otro fichaje nacional, Pedro León, dejó pinceladas de calidad, aunque más le costó entrar en juego a Di María y Khedira no llegó a debutar debido a un problema en la uña. El argentino tendrá una nueva prueba, mientras que el alemán podría estrenarse en su país, tras haber regresado el jueves a los entrenamientos.
Tras los dos primeros encuentros, el luso pidió algún regalo, un defensa, que ya ha llegado, su compatriota Ricardo Carvalho y que también estará listo para Munich, y un delantero, ya que considera muy complicado sacar adelante la temporada sólo con dos e imposible si se lesionan Benzema o Higuaín.
El francés, con el '9' en la espalda, parece estar más asentado y ajeno a sus problemas con la justicia, aunque el argentino ha demostrado una vez más que está listo para ser examinado como en cada temporada y presenta sus credenciales con goles. Pero Mourinho quiere más y así lo hizo saber públicamente y se sigue esperando otro atacante.
Entre las noticias negativas, la peor, la lesión de Ricardo Kaká, que se perderá unos cuatro meses de competición, y la de Pepe, aunque en su caso podría incluso llegar al comienzo liguero. Su baja de cara a mañana podría permitir el estreno en el eje de la zaga de su compatriota, y más teniendo en cuenta que Albiol arrastra una gastroenteritis.
No han comenzado demasiado bien jugadores como Lass, Diarra o Drenthe e igualmente ha estado algo gris Esteban Granero, a pesar de que han sido de los que más tiempo llevan trabajando, por lo que se sigue especulando con la salida de alguno, sobre todo de los tres primeros. Los que más justos están todavía son los internacionales españoles, que, además, han tenido que afrontar un largo viaje a México apenas unos días después de reincorporarse a la disciplina del grupo, aunque todavía cuentan con dos semanas para afinar su puesta a punto.
Van Gaal y Mourinho, de nuevo frente a frente
Un buen momento será el viernes, ante un rival de enjundia y que históricamente ha propiciado grandes encuentros en competiciones europeas. El de mañana servirá de homenaje al mítico Franz Beckenbauer, pero no se espera que sea excesivamente amistoso.
El equipo muniqués está más rodado y, tras ganar la Supercopa al Schalke de Raúl, afronta el estreno de la Bundesliga el próximo fin de semana con el objetivo de revalidar el título y repetir una campaña tan brillante como la pasada, donde se quedó a las puertas del 'triplete' en la final del Bernabéu.
Su rival entonces el Inter de Mourinho, alumno aventajado del alemán que, sin embargo, le lanzó algunas críticas por su juego defensivo durante la máxima competición europea, algo que no se espera para esta campaña en el club de Chamartín.
Louis van Gaal contará para la próxima temporada prácticamente con el mismo grupo, al que añade a Toni Kroos, que regresa tras jugar la pasada campaña como cedido en el Bayer Leverkussen, por lo que la plantilla está asentada y acoplada y con ilusión por mantener la supremacía doméstica y seguir entre los mejores de Europa.
Sin embargo, el mazazo del verano les llegó con la lesión de Arjen Robben. El holandés tendrá que estar todavía aproximadamente un mes y medio de baja a causa de una rotura fibrilar en el muslo izquierdo que sufrió por la máxima exigencia que puso para poder disputar el Mundial.
Tras el encuentro de mañana, al Real Madrid le restará otro fuera de España ante el Standard en Lieja, el martes y jugará el día 21 de agosto ante el Hércules en el Rico Pérez de Alicante para cerrar en el Trofeo Santiago Bernabéu ante el Peñarol, el 24.