El Ajax, que el martes recibirá al Real Madrid en la Liga de Campeones, no ha pasado del empate sin goles en el Amsterdam Arena ante el PSV Eindhoven, que se mantiene al frente de la Liga holandesa. Pero el partido será recordado sobre todo por el mordisco de Suárez a Otman Bakkal, delantero holandés de origen marroquí.
Fue justo después de que el árbitro expulsara al local Rasmus Lindgren, y a partir de entonces se produjo un trifulca en el campo. En los forcejeos, Suárez se acercó al rival y le mordió el cuello.
El árbitro no vio la agresión a pesar de que Bakkal le mostró la marca que le había dejado un Luis Suárez que pudo seguir jugando.
Ambos futbolistas hicieron las paces al final del encuentro.