Luis García permite al Liverpool volver a luchar por la Copa de Europa veinte años después

(Libertad Digital) El Liverpool ha vuelto a contar con el apoyo incondicional de sus aficionados -The Kop-, que se han dado cita en un emblemático estadio de Anfield para apoyar a los suyos en una cita tan trascendental. Y ellos han sido los que han empujado a los reds para que el equipo vuelva a estar en una final de la máxima competición europea veinte años después de la tragedia de Heysel, cuando el conjunto inglés se enfrentó a la Juventus de Turín. Y eso que Rafa Benítez contaba con una baja muy sensible como la de Xabi Alonso, sancionado por acumulación de amonestaciones. Pero su sustituto, Dieter Hamann, le ha suplido a la perfección y ha hecho un partidazo antológico.

El partido se le puso muy franco a los locales ya a los tres minutos. Fue una jugada lanzada por Steven Gerrard, que dejó a Milan Baros solo ante Cech. El delantero checo levantó el balón sobre su compatriota, quien le trabó para evitar que culminase la acción. Luis García andaba por allí atento para firmar el único tanto del partido pese al vano esfuerzo de William Gallas. Al Liverpool le quedaban 87 minutos por delante, más lo que descontase el árbitro eslovaco Lubos Michel, para estar en la final de Estambul del próximo día 25.

 

Después del gol, el Chelsea estaba obligado a llevar la iniciativa y así lo hizo. Pero el cuadro de Mourinho se encontró con un campo de minas, una acumulación de jugadores que, sin extremos para llevar el juego a las bandas, no supo cómo sortear. Tan sólo en una ocasión, en un balón que Lampard robó a Luis García al borde del área, el Chelsea llevó peligro a la meta de Dudek, pero Joe Cole no pudo aprovechar el pase de su compañero, demasiado transformar en gol (m.24). El Chelsea es un equipo paciente, que desgasta a su rival y lo va empujando sin que éste se dé cuenta. Y ésa es, fundamentalmente, la labor de Frank Lampard.

Como en el choque de ida en Stamford Brigde, el Liverpool se encontró defendiendo el balón al borde de su área durante todo el segundo tiempo. Benítez confió en que la velocidad de Cissé, que sustituyó a Baros, le diese, si no la oportunidad de sentenciar la eliminatoria, por lo menos algunos minutos de respiro. Mourinho respondió con las mismas armas que en la ida y dio entrada al holandés Arjen Robben y al serbio Mateja Kezman para abrir el campo. Y el Chelsea, que había obligado a lucirse a Dudek en un lejano golpe franco de Lampard (m.67), se preparó para la carga final.

Fue un cuarto de hora final de infarto, con ambos equipo jugando sobre el filo: el Chelsea, angustiado por la necesidad de marcar, y el Liverpool expuesto a que un gol echase por tierra todo su extenuante esfuerzo. Cissé estuvo a punto de acabar con el sufrimiento de su afición, pero su disparó salió ligeramente desviado, en el minuto 89. Lubos Michel decidió entonces prolongar la tensión otros seis minutos más. En un final frenético, pudo sentenciar otra vez Cissé y, también, entrar en la final el Chelsea, si Eidur Gudjohnsen no hubiese enviado el balón fuera con todo a favor (m.95).


Ficha técnica del partido

 

Liverpool, 1: Dudek; Finnan, Hyypia, Carragher, Traoré; Biscan, Hamann (Kewell, m.73); Luis García (Núñez, m.84), Gerrard, Riise; y Baros (Cissé, m.60)
Chelsea, 0: Cech; Geremi (Huth, m.76), Carvalho, Terry, Gallas; Makelele, Tiago (Kezman, m.68), Lampard, Gudjohnsen; Joe Cole (Robben, m.68) y Drogba

Gol: 1-0, m.3: Luis García atrapa un balón y lo introduce en la portería de Cech tras una buena jugada de Milan Baros