Los vicepresidentes espiados cierran filas en torno a Laporta

Uno de esos dirigentes, Jaume Ferrer, ha ofrecido su visión tras el partido de balonmano que el Barcelona disputó en el Palau Blaugrana, y ha dejado claro que el asunto se dio por concluido el pasado abril en el seno de la junta. "Nos dieron las explicaciones oportunas y cerramos el tema", ha confesado Ferrer, quien considera que esa decisión fue "buena", aunque admite que se produjo tras debatir la situación creada "con contundencia".

De todos modos, el vicepresidente azulgrana reconoce que "a nadie le gusta que pasen estas cosas" y se ha alineado con la versión del club, aunque ha dicho desconocer, tal y como manifestó el presidente Joan Laporta, si existe una mano negra. "Si él lo dice, él lo debe de saber", ha sido la única concesión del dirigente.

"Ahora parece que releemos un libro que estaba cerrado en un armario con llave. No pensaba volverlo a vivir ahora y no quiero darle más importancia de la que tuvo en su día", ha concluido.

Otro vicepresidente que ha dado por cerrado el asunto ha sido Rafael Yuste, quien ha dado por buenas también las explicaciones del director general Joan Olivé, responsable de encargar la investigación a los directivos.

Yuste ha admitido en declaraciones a COM Radio que le sorprendió el tema cuando tuvo conocimiento de él, pero que cuando Olivé le ofreció sus argumentos los entendió, los encontró "normales" y los aceptó.

"Me sorprende la virulencia con que han aparecido en los medios porque es un tema que está resuelto desde el pasado mes de abril. Las explicaciones son totalmente fiables. Creo a Joan Laporta cuando dice que no sabía nada. Es la verdad. Hay unidad dentro de la junta directiva y no quiero polémicas", ha añadido.

Rafael Yuste ha subrayado además que, para él, no se trata de "una investigación, sino de una auditoría de seguridad. Es una cosa normal en el mundo empresarial y se ha sacado de contexto".