LD (EFE) Por 21 puntos a 10, Pittsburgh derrotó a Seattle en la XL edición de la Super Bowl. La clave del encuentro que tuvo como escenario el Ford Field de Detroit estuvo en una jugada polémica del "quarterback" de los Steelers antes de que terminara la primera parte del encuentro. Luego iban a llegar dos interceptaciones de balón que realizó la defensa de Pittsburgh y ahí se acabaron las posibilidades de triunfo para Seattle, que jugaba su primera final.
Pittsburgh se unió a los Dallas Cowboys y los San Francisco 49ers como los únicos tres equipos que se hacen de cinco títulos en la historia de sus respectivas franquicias. Los Steelers se convirtieron en el primer equipo que clasificó como sexto y llegó a la final para ganar la Super Bowl, mientras que Ben Roethlisberger, de sólo 23 años, es ahora el mariscal de campo más joven en ganar un campeonato de la NFL. Para su compañero de equipo Jerome Bettis fue un final perfecto para ir rumbo al Salón de la Fama, jugando en su casa, en lo que podría ser su última temporada como jugador activo.
Después de una jugada en la que el "quarterback" de Seattle, Matt Hasselbeck, fue interceptado, los Steelers anotaron a través de su receptor Hines Ward un touchdown que prácticamente congeló a los Halcones Marinos.
La acción de Ward y todo el trabajo que había realizado anteriormente, como la mejor arma en el ataque de los Steelers, le hizo merecedor al premio de Jugador Más Valioso (MVP) del partido.
En el tercer cuarto, el receptor Willie Parker corrió 75 yardas para la segunda anotación de los Steelers. Pero fue el balón interceptado que consiguió la defensa de Pittsburgh en el cuarto periodo el que iba a definir por completo el resultado final del partido. Después de que Seattle había logrado un avance importante que eventualmente les habría permitido anotar, cuando el parcial era de 14-10, un envío de Hasselbeck fue interceptado por el profundo defensivo Ike Taylor, en la yarda cinco de los Steelers.
Cuatro jugadas después se dio la anotación de Ward, con la que prácticamente congelaron a los Seahawks. El MVP recibió un pase de 43 yardas que le dio perfecto el receptor Antwaan Randle, que había recibido el balón de Roethlisberger, convirtiéndose en la jugada decisiva y más espectacular del partido.