La entrada en vigor de la Ley Concursal que afecta al Rayo Vallecano, anunciada este jueves por el empresario José María Ruiz Mateos, ha sido recibida con asombro por los miembros de la plantilla, cuerpo técnico y empleados, porque la entidad cumplía religiosamente con los pagos pactados a principios de temporada.
Y ello pese a que hace tiempo que el club está denunciado por impagos a seis ex futbolistas, lo que derivó en la prohibición de acudir al mercado de invierno para reforzar su plantilla.
A mediados de septiembre de 2010, el Rayo ya renegoció las retribuciones en una reunión en la que participaron los capitanes y la dirección del equipo. Jugadores y personal del club se comprometieron entonces a rebajarse en un 20 por ciento sus nóminas con la condición de cobrar esa diferencia a final de temporada.
Y desde aquella reunión los pagos se han realizado según la forma acordada, por lo que nadie esperaba la noticia de que el club se acoge, junto a otras diez empresas del grupo Nueva Rumasa, a la Ley Concursal debido a una deuda de 21,72 millones de euros. Un procedimiento especial que le otorga un plazo de hasta cuatro meses para negociar con sus acreedores y evitar ser declarado en suspensión de pagos.
Todo un jarro de agua fría para el Rayo que le llega cuando mejor le están yendo las cosas en el plano deportivo. Después de 24 jornadas disputadas, es líder de la Liga Adelante con 49 puntos, uno más que el Celta y tres más que el Betis. El equipo franjirrojo que dirige José Ramón Sandoval tiene un balance de 43 goles a favor y 25 en contra y es el segundo que menos derrotas ha encajado (5) sólo por detrás del Celta (2).
El delantero ítalo-argentino Emiliano Armenteros, segundo máximo realizador de la Liga Adelante con 15 tantos –está empatado con Quini (Alcorcón) y a dos del líder Alex Geijo, del Granada–, confía en que el equipo logrará salir de este bache económico arropado por su afición. "La grada del Rayo tiene espíritu argentino", dice el futbolista en una entrevista a Madriddiario.es.
Para este viernes, antes del entrenamiento en la ciudad deportiva en el Ensanche de Vallecas, había programada una reunión entre el cuerpo técnico y los jugadores con el gerente del equipo, Jesús Fraile, para conocer de primera mano el futuro inmediato de la entidad.
A la espera de noticias, los jugadores intentan concentrarse en lo estrictamente deportivo y pensar en el partido de este sábado (16:00 horas) en el estadio Teresa Rivero contra el Nàstic de Tarragona. Quieren ganar y tener más cerca el sueño del ascenso a Primera División ocho años después... siempre que los graves problemas económicos no se lo impidan.