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Los deportistas que den positivo en Turín serán procesados por tribunales italianos

Todos los atletas que den positivo por dopaje durante los Juegos Olímpicos de Turín serán procesados en los tribunales italianos, tal y como ha afirmado de manera tajante el supervisor del Gobierno para los Juegos, Mario Pescante, también miembro del COI. "Cualquier atleta, sea o no italiano, que viole la ley italiana será condenado", advirtió.

L D (EFE) Sin embargo, como la sanción penal máxima que la ley contempla para un positivo es de dos años, y esa pena no implica en Italia encarcelamiento en caso de un primer delito, ningún atleta entrará en prisión por consumir sustancias prohibidas. Pescante ofreció estos detalles durante una conferencia de prensa en Turín, al término de la reunión que mantuvieron este lunes por la mañana los organizadores de los Juegos y la Comisión Ejecutiva del COI.

El italiano desveló que, tras sus intentos frustrados de que el Parlamento suspendiese temporalmente la legislación nacional antidopaje durante los Juegos, el presidente del COI, Jacques Rogge, escribió a todos los comités olímpicos nacionales para ponerles sobre aviso. "Intenté convencer al Parlamento, pero éste, por unanimidad, rechazó la suspensión. Consideró que sería un paso atrás en su firme política contra el dopaje. Recuerden", dijo Pescante, "que en este país ha habido casos muy sonados: Pantani, Maradona... La carrera de Maradona acabó en Italia".

"Rogge lo aceptó y se puso en contacto con todos los comités nacionales para decirles que si uno de sus deportistas violaba la ley italiana, sería condenado", añadió. El también presidente de la asociación de comités olímpicos europeos indicó que una condena de dos años, la máxima contemplada en materia de dopaje, no supone cárcel, por lo que se transformaría en "una sanción administrativa".

La intervención de la justicia italiana no depende de que el atleta sea nacional o extranjero ni de cuál sea la sustancia prohibida empleada. "La ley no prevé casos particulares: si se encuentra un positivo, los tribunales intervendrán", aseguró. Preguntada sobre el punto de vista del COI a este respecto, la directora de Comunicación del COI, la británica Giselle Davies, no se refirió directamente a su vertiente penal, sino que subrayó que todos los controles serán responsabilidad del organismo olímpico y se harán según sus procedimientos.

"El COI está muy satisfecho de que sea así y, desde un punto de vista pragmático, lo que más nos preocupa ahora es que los controles, unos 200 al día, se hagan correctamente y los resultados se tengan rápido", comentó. "El COI nunca pretendió estar por encima de la ley italiana", subrayó. Entre los acuerdos a los que han llegado el COI y el gobierno italiano figura la prohibición de instalar cámaras hipobáricas en la Villa Olímpica. En Italia no se permite el uso de esos simuladores, que recrean las condiciones que se encontraría un atleta a una altura de 3.000 metros.

Se usan en forma de tiendas de campaña herméticamente cerradas, que pueden instalarse en cualquier habitación para que el deportista duerma en su interior.

Junto con Pescante, comparecieron en conferencia de prensa el presidente del Comité Organizador (TOROC), Valentino Castellani, y el director ejecutivo, Cesare Vaciago, quienes aseguraron que no hay "problemas estructurales" en la preparación de los Juegos, aunque sí "muchos detalles que ajustar". "Nuestro éxito depende de cómo hagamos frente a los imprevistos", afirmó Castellani.

"Estamos preparados, pero somos conscientes de que aún hay cosas que han de ser puestas en marcha en los próximos días", agregó. Entre los detalles pendientes, citó la ornamentación de algunas sedes con los emblemas olímpicos, el entrenamiento de los policías que controlan los accesos a las instalaciones y la preparación de los equipos de voluntarios. Vaciago se refirió, en cambio, al transporte como el mayor reto y admitió que la llegada masiva de conductores que no son de Turín implicará retrasos hasta que todos conozcan los carriles olímpicos.

Mil conductores en Turín y otros tantos en las montañas prestarán sus servicios, básicamente en autobuses, durante los Juegos. Alojarlos cerca de los aparcamientos ha supuesto otra dificultad. Hasta el momento se han vendido 700.000 entradas para las distintas competiciones, un 80% de las disponibles, indicaron los organizadores. En aquellas pruebas en las que no se cubra el aforo se ofrecerán entradas a bajo precio a los colegios. En cuanto al dispositivo de seguridad, Castellani indicó que no debía ofrecer detalles pero que se habían seguido todos los protocolos.

"Confío en que Turín sea durante los Juegos uno de los lugares más seguros de, al menos, Italia", dijo. El relevo de la Antorcha Olímpica, que grupos de manifestantes del Valle de Susa -contrarios a la construcción del tren de alta velocidad Turín-Lyon- alteraron ayer, Castellani entendió que se aproveche la atención mediática sobre los Juegos para protestar, pero indicó que "la mayoría de la población" no comparte sus sentimientos. Los XX Juegos de Invierno se inaugurarán el próximo viernes a las 20.00 horas en el Estadio Olímpico de Turín.

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