L D (EFE) La capital británica se ha engalanado para la ocasión y se propone impresionar al equipo evaluador, liderado por la marroquí Nawal El Moutawakel, que ha aterrizado en el aeropuerto de Heathrow para estudiar con detalle el amplio y variado programa londinense. Examinada inmediatamente después que Madrid, Londres se esmerará en subrayar sus puntos fuertes: sus emblemáticos estadios, la gran implicación de los británicos en el deporte y hasta el entusiasmo de la mismísima Reina de Inglaterra, que ofrecerá al COI una cena en el Palacio de Buckingham. Por contra, la ciudad tendrá que contrarrestar la calidez que ofrece la campaña española y paliar sus visibles puntos débiles: el transporte y los muchos proyectos todavía en el aire.
Pese al notable esfuerzo realizado en los últimos meses, el comité organizador es consciente de que aún quedan huecos por cubrir para no deslucir la ambiciosa propuesta. El gran talón de Aquiles es su deteriorada y cuestionada red de transporte. Así, el comité, liderado por el británico Lord Sebastian Coe tendrá que convencer a los inspectores de la fiabilidad de sus líneas de metro y autobuses urbanos. Otra flaqueza de esta candidatura se basa en que se apoya, en gran medida, en una serie de promesas, como pueden ser la construcción de la futura Villa Olímpica o del principal estadio, meramente proyectos. El reto, pues, es claro y Londres deberá esmerarse para dar garantías de la viabilidad de estos planes.
Si la ciudad ya fue marco olímpico en 1908 y en 1948, hay en esta campaña un fuerte interés político, pues además de anticipar lo que sería un gran impulso al mundo del deporte, una cita de esta magnitud supondría una transformación drástica y muy positiva en algunas de las zonas más pobres de la capital. La regeneración de la zona del Lea Valley, al este de Londres, es uno de los grandes alicientes. Allí se situaría el principal Estadio, con capacidad para 80.000 espectadores, al igual que la Villa, preparada para albergar a 17.800 atletas y directivos y ubicada en el mismo anillo que las principales instalaciones. Será crucial el aprovechamiento de los estadios existentes como Wembley, Wimbledon, Lord's o Horse Guards Parade, además de zonas emblemáticas como Hyde Park, Greenwich Park, Regents Park o Horse Guard.
El Gobierno también ha prometido agilizar las líneas de tren al servicio del Parque Olímpico. Se pretende tener listas diez, incluyendo el 'Olympic Javelin Shuttle Service', con doce nuevos trenes que circularían cada hora, llevando a 25.000 pasajeros por hora desde el corazón de Londres hasta el Parque en siete minutos. El comité organizador desglosará con todo lujo de detalles su ambicioso proyecto mediante presentaciones por ordenador, tocando un total de 17 temas a lo largo de la visita, que durará hasta el sábado. Entre las actividades preparadas para impresionar a los jueces del COI se incluirán visitas guiadas a los estadios, un cena en el Palacio de Buckingham con la Reina Isabel II y encuentros con el primer ministro británico, Tony, Blair en Downing Street y con el alcalde de la ciudad, Ken Livingstone.
Pese al notable esfuerzo realizado en los últimos meses, el comité organizador es consciente de que aún quedan huecos por cubrir para no deslucir la ambiciosa propuesta. El gran talón de Aquiles es su deteriorada y cuestionada red de transporte. Así, el comité, liderado por el británico Lord Sebastian Coe tendrá que convencer a los inspectores de la fiabilidad de sus líneas de metro y autobuses urbanos. Otra flaqueza de esta candidatura se basa en que se apoya, en gran medida, en una serie de promesas, como pueden ser la construcción de la futura Villa Olímpica o del principal estadio, meramente proyectos. El reto, pues, es claro y Londres deberá esmerarse para dar garantías de la viabilidad de estos planes.
Si la ciudad ya fue marco olímpico en 1908 y en 1948, hay en esta campaña un fuerte interés político, pues además de anticipar lo que sería un gran impulso al mundo del deporte, una cita de esta magnitud supondría una transformación drástica y muy positiva en algunas de las zonas más pobres de la capital. La regeneración de la zona del Lea Valley, al este de Londres, es uno de los grandes alicientes. Allí se situaría el principal Estadio, con capacidad para 80.000 espectadores, al igual que la Villa, preparada para albergar a 17.800 atletas y directivos y ubicada en el mismo anillo que las principales instalaciones. Será crucial el aprovechamiento de los estadios existentes como Wembley, Wimbledon, Lord's o Horse Guards Parade, además de zonas emblemáticas como Hyde Park, Greenwich Park, Regents Park o Horse Guard.
El Gobierno también ha prometido agilizar las líneas de tren al servicio del Parque Olímpico. Se pretende tener listas diez, incluyendo el 'Olympic Javelin Shuttle Service', con doce nuevos trenes que circularían cada hora, llevando a 25.000 pasajeros por hora desde el corazón de Londres hasta el Parque en siete minutos. El comité organizador desglosará con todo lujo de detalles su ambicioso proyecto mediante presentaciones por ordenador, tocando un total de 17 temas a lo largo de la visita, que durará hasta el sábado. Entre las actividades preparadas para impresionar a los jueces del COI se incluirán visitas guiadas a los estadios, un cena en el Palacio de Buckingham con la Reina Isabel II y encuentros con el primer ministro británico, Tony, Blair en Downing Street y con el alcalde de la ciudad, Ken Livingstone.