L D (EFE) A la reunión han acudido Rosario García, directora general de Política Interior; Rafael Blanco, director general de Deportes; José Luis Astiazarán, presidente de la LNFP; Ángel María Villar, presidente de la FEF; Gerardo González Movilla, presidente de la AFE, y Javier Durán, miembro de la Comisión Nacional Antiviolencia.
Tras poco más de dos horas de reunión, Lissavetzky daba cuenta del "total e inmediato acuerdo" de todas las partes, tras un análisis de la situación y un diagnóstico de los actos de racismo y xenofobia ocurridos en el ámbito del fútbol. "El fútbol debe ser un factor de integración, no el problema y sí la solución a los problemas de racismo y xenofobia, ocurridos como consecuencia de los cambios que está registrando la sociedad española, que ahora es receptora de inmigrantes", decía el secretario de Estado.
Lissavetzky dice que todos habían "reconocido el problema como real y su deseo expreso de actuar de manera directa con acciones preventivas". "La Comisión Nacional Antiviolencia está trabajando bien en el día a día, pero es necesario una reflexión y tomar medidas estructurales para mejorar la situación", añadía. Aunque el secretario de Estado para el Deporte no ha querido adelantar qué tipos de medidas se iban a tomar, sí anunció para "dentro de poco tiempo" la firma de un protocolo, "en el que ya están trabajando las partes".
Tras poco más de dos horas de reunión, Lissavetzky daba cuenta del "total e inmediato acuerdo" de todas las partes, tras un análisis de la situación y un diagnóstico de los actos de racismo y xenofobia ocurridos en el ámbito del fútbol. "El fútbol debe ser un factor de integración, no el problema y sí la solución a los problemas de racismo y xenofobia, ocurridos como consecuencia de los cambios que está registrando la sociedad española, que ahora es receptora de inmigrantes", decía el secretario de Estado.
Lissavetzky dice que todos habían "reconocido el problema como real y su deseo expreso de actuar de manera directa con acciones preventivas". "La Comisión Nacional Antiviolencia está trabajando bien en el día a día, pero es necesario una reflexión y tomar medidas estructurales para mejorar la situación", añadía. Aunque el secretario de Estado para el Deporte no ha querido adelantar qué tipos de medidas se iban a tomar, sí anunció para "dentro de poco tiempo" la firma de un protocolo, "en el que ya están trabajando las partes".
"Se endurecerán las sanciones al máximo"
"Se van a endurecer las sanciones al máximo, desde el ámbito federativo y desde la Administración, pero nuestro deseo es que todos los presidentes de los clubes de Primera y Segunda, los capitanes, los entrenadores, los árbitros y todo el mundo del fútbol se reúna aquí para firmar ese protocolo contra el racismo y la xenofobia", dice. "Tiene que ser un acto de compromiso con las medidas a tomar, dentro de la legalidad existente", añadía Jaime Lissavetzky.
El secretario de Estado también insta a que se favorezca la integración de los inmigrantes dentro de las competiciones de aficionados, que por "vacíos legales o lagunas" se ven obligados a jugar en "guetos deportivos". Lissavetzky también incluye la posibilidad de "hacer una reforma en la Ley del Deporte, en lo que se refiere a estos aspectos", aunque ante lo lejana que podría ser esa opción en el tiempo prefirió que las primeras medidas se tomen en base a la legislación vigente. Ángel María Villar y José Luis Astiazarán, en sus breves manifestaciones, se mostraban totalmente de acuerdo con lo dicho y el presidente de la LNFP aseguraba que entre todos se llegará "al fondo de la cuestión, porque nadie quiere andar con rodeos en estos asuntos".
"Se van a endurecer las sanciones al máximo, desde el ámbito federativo y desde la Administración, pero nuestro deseo es que todos los presidentes de los clubes de Primera y Segunda, los capitanes, los entrenadores, los árbitros y todo el mundo del fútbol se reúna aquí para firmar ese protocolo contra el racismo y la xenofobia", dice. "Tiene que ser un acto de compromiso con las medidas a tomar, dentro de la legalidad existente", añadía Jaime Lissavetzky.
El secretario de Estado también insta a que se favorezca la integración de los inmigrantes dentro de las competiciones de aficionados, que por "vacíos legales o lagunas" se ven obligados a jugar en "guetos deportivos". Lissavetzky también incluye la posibilidad de "hacer una reforma en la Ley del Deporte, en lo que se refiere a estos aspectos", aunque ante lo lejana que podría ser esa opción en el tiempo prefirió que las primeras medidas se tomen en base a la legislación vigente. Ángel María Villar y José Luis Astiazarán, en sus breves manifestaciones, se mostraban totalmente de acuerdo con lo dicho y el presidente de la LNFP aseguraba que entre todos se llegará "al fondo de la cuestión, porque nadie quiere andar con rodeos en estos asuntos".
Un periodista de un medio inglés intentó ahondar en el asunto de las declaraciones del seleccionador nacional, Luis Aragonés. "España no es un país racista, aunque hay brotes racistas como en todas partes. Aquí, cuanto menos, no tenemos ningún partido político que propugne el racismo, como ocurre en otras partes. Simplemente hemos llegado un poco más tarde a la cultura del mestizaje que otros países y estamos andando el camino lo mejor que podemos", respondía con rotundidad Lissavetzky.
Gerardo González, en nombre de la AFE, ha dicho que "la capacidad integradora de los futbolistas estaba fuera de toda duda y que muchos jugadores extranjeros eran los líderes y capitanes de algunos equipos", con lo que se daba a "la sociedad en general y a los niños en particular, un ejemplo de convivencia y tolerancia". "Hay que erradicar cualquier comportamiento racista o xenófobo, porque estamos convencidos es lo mejor para el fútbol y la sociedad", concluyó Gerardo González Movilla.