Ousmane Dembélé se está riendo en la cara del F.C. Barcelona. No son pocos los incautos que aseguraban (y aún lo siguen haciendo algunos) que el extremo galo iba a renovar con el conjunto azulgrana haciendo un gran esfuerzo económico -recordemos que el ‘Mosquito’ queda libre el próximo 30 de junio y tiene jugosas ofertas de la Premier.
Sin embargo, cada día que pasa queda más claro que las intenciones de Ousmane y su representante, Moussa Sissoko, van por otros derroteros. Alargan y alargan su respuesta a la última oferta de renovación culé, ya que saben que el "no" por respuesta garantiza pasarse lo que resta de temporada en la grada, pero no tienen la más mínima intención de perder dinero. Dembélé es francés, tiene 24 años y aunque vive de lujo en Barcelona no piensa en otra cosa que no sea asegurarse el mejor contrato posible.
Sissoko ha dado un golpe de efecto a los ilusionistas culés que soñaban con el milagro de la renovación de Dembélé. El agente asegura que ya no es solo una cosa de dinero, que el trato que ha recibido su representado por parte de Xavi Hernández no ha sido el adecuado tras pasar el coronavirus: "A menudo cuando hablamos de la renovación hablamos de dinero, pero no se trata solo de eso. También es la gestión de su día a día. Esta gestión deportiva, entrando sin entrenamiento justo después del COVID, es realmente difícil de entender para nosotros". El palo es épico y significativo. Nada más y nada menos el entorno de Dembélé atiza a la persona que más ha apostado por su continuidad en Can Barça. Curioso, ¿no creen?
Dembélé, que sigue dando largas a Laporta, tiene su futuro marcado en rojo en la Premier, donde varios equipos, entre ellos el Newcastle, tienen un cheque en blanco preparado para Ousmane y otro para su agente en materia de prima de fichaje. La ilusión de los soñadores culés se desvanece cada día que pasa.