Carlo Ancelotti es un tipo listo. El técnico italiano, viejo zorro, se las sabe todas. Lleva mucho tiempo en un vestuario y sabe perfectamente como gestionar los incendios.
El pasado 21 de noviembre se produjo un lamentable episodio de indisciplina en Los Cármenes, en el partido que el Real Madrid ganó 1-4 al Granada. Isco se negó a seguir calentado.
Los hechos sucedieron así. El malagueño se encontraba haciendo ejercicios de calentamiento en la recta final del partido junto a sus compañeros cuando Ancelotti llamó a Jovic y Camavinga para que saltaran al campo. En ese instante, Isco pensó que también iba a entrar y se dirigió hacia el banquillo. Sin embargo, al ver que él no era uno de los cambios, se enfadó y de muy malas maneras decidió sentarse en lugar de continuar con el calentamiento.
Davide Ancelotti, ayudante en el banquillo de su padre, le comunicó a Carlo lo que estaba sucediendo y el entrenador intentó evitar problemas mayores realizando el cambio. Isco suplió a Luka Modric en el minuto 79.
Cuando a Carlo Ancelotti le preguntaron que sucedió con Isco, el técnico italiano tiró de experiencia. En ningún momento desmintió que el malagueño se negara a calentar, pero lo camufló de manera perfecta para no generar un incendio: "Isco no quiere calentar y no tengo que hablar con él porque le tengo mucho cariño y no es un gran problema. Si mi asistente le dice calienta un poco más y él dice, ya estoy caliente, es porque estaba listo para entrar y ha entrado. "No tengo que hablar con Isco. Es un profesional serio, está enfadado porque no juega y lo siento. Pero nunca me ha faltado el respeto ni yo a él, la relación que tenemos no es solamente profesional, hemos pasado mucho tiempo juntos y nos respetamos al máximo".
Carlo tapó públicamente a Isco, pero le tomó la matrícula. Desde el día del Granada, Isco no ha vuelto a jugar un solo minuto. Ni siquiera ha salido a calentar en los tres partidos disputados. El italiano sabe que ese comportamiento era inaceptable y obra en consecuencia. "Amigo, ¿no quieres calentar más?, no te preocupes, no lo harás". Ni ante el Sheriff, ni ante el Sevilla, ni ante el Athletic, Isco se ha asomado por el césped. Es el último centrocampista de la plantilla ahora mismo y su situación tiene pocos visos de mejorar. El malagueño, que hace mucho que dejó de pensar como futbolista, acaba contrato en el mes de junio y no se descarta que salga, si alguien está dispuesto a asumir parte de su ficha, en el mercado de invierno. Un triste final para un jugador de una calidad extraordinaria, pero con una mentalidad de auténtico loser.