El Real Madrid sigue esperando que Zinedine Zidane deshoje la margarita y decida de una vez su futuro. A pesar de que la dirección deportiva tiene la hoja de ruta clara en cuanto a planificación deportiva se refiere, independientemente del inquilino del banquillo —busca una revolución con varios cambios—, la cuestión del entrenador no es baladí.
Zidane, que hace unas semanas parecía más cerca de irse que de quedarse, tiene pendiente una reunión con Florentino Pérez de la que saldrá su decisión final. Ambos hablarán sobre el futuro la próxima semana.
La dirección deportiva tantea posibles sustitutos por si Zidane vuelve a dar la espantada. El que más gustaba ya voló —Nagelsmann fichó por el Bayern—. El primero en la lista tiene nombres y apellidos: Antonio Conte. El italiano confirmó este lunes que no seguirá en el Inter por divergencias en cuanto al proyecto deportivo —el Inter no tiene un euro y no puede garantizarle un equipo ganador—.
Conte, que siempre ha gustado mucho en las oficinas del Bernabéu, sería el encargado de llevar a cabo esa revolución en el Madrid y no hay duda de que no le temblará la mano a la hora de tomar decisiones. Isco, Marcelo, Hazard y Mariano están en la rampa de salida y tampoco se cuenta con Borja Mayoral, Dani Ceballos y Luka Jovic. Por Varane se quiere hacer caja, con Ramos y Lucas Vázquez el acuerdo de renovación parece lejano. En cuanto a las altas, Alaba está atado y se irá con todo a por Mbappé. Odegaard, al que el Arsenal quiere retener, volverá con la idea de que sea importante. Se busca lateral derecho de largo recorrido —clave en el esquema de Conte por su 3-5-2—, un extremo derecho, un delantero y, si salen Varane y Ramos, otro central .
Con las líneas maestras del nuevo proyecto bien definidas, el Madrid tiene claro que si Zidane no sigue, Antonio Conte será el nuevo capitán general.