El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decidido sancionar con cuatro partidos de suspensión al entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, por sus declaraciones por la actuación arbitral tras el partido de la quinta jornada de LaLiga Santander que su equipo disputó contra el Granada el pasado 4 de octubre en el Ramón de Carranza (1-1).
El técnico del conjunto gaditano aseguró en rueda de prensa que el defensa visitante Dimitri Foulquier cometió penalti sobre Álvaro Negredo en el minuto 83 y acusó al árbitro castellano-manchego Alberola Rojas de no querer pitar una pena máxima que, según el entrenador, vio "todo el mundo".
"El penalti lo ha visto todo el mundo menos tres personas: una abajo y dos arriba. No hay más explicación que no quererlo pitar", dijo Cervera, que por tanto no podrá dirigir a su equipo en los próximos compromisos ligueros frente a la Real Sociedad, Elche, FC Barcelona y Celta de Vigo.
"Sé que es difícil pitar pero también sé los medios que hay. Puede haber fallos, pero en otras cosas. La jugada del penalti es para que alguien se lo piense un poco. Con todos los medios que hay, jugadas que se paran cuatro o cinco minutos, quiero que me expliquen por qué no se ha mirado esa jugada. Ni el árbitro ni los de arriba. No me lo acabo de explicar. Ojalá alguien me lo pueda contar", añadió entonces Álvaro Cervera para ahondar en sus quejas.
Mejor suerte que el técnico cadista han corrido el entrenador del Betis, Manuel Pellegrini, y el portero del conjunto verdiblanco Joel Robles, que tras el partido ante el Real Madrid (2-3) arremetieron contra el colegiado De Burgos Bengoetxea y contra el videoarbitraje, después de que Competición haya decidido sobreseer el expediente abierto contra ambos.
El técnico chileno dijo que era "imposible luchar contra el Real Madrid, contra el VAR y contra los árbitros", mientras que Joel afirmó que "todas las jugadas dudosas se sancionan siempre a favor de los grandes".