En veinte minutos. Con solo dos entrenamientos a sus espaldas. Después de llegar el viernes a primera hora de la mañana, pasar el reconocimiento, firmar, hacerse fotos, vídeos, posar con las nuevas camisetas, llegar a la ciudad deportiva, entrenar con todo el estrés acumulado dentro del cuerpo… Después de todo eso, Luis Suárez se planta en el Metropolitano, juega 20 minutos, marca dos goles, firma una asistencia y se marcha a casa como el funcionario que ha terminado su jornada laboral y ya piensa en la siguiente. Así, como el que llega a su nueva casa y de primeras ya sabe a oscuras y sin las gafas dónde están las luces, el pomo de la puerta y la distribución de cada estancia. Con una facilidad insultante, a fin de cuentas.
A cualquier ser humano, los últimos 7 días de Luis Suárez le habrían dejado otra semana más tirado en la cama descansando, pero al uruguayo no, porque al charrúa, incluso cuando duerme, se le caen los goles encima de la almohada. Lo que ha dejado escapar el Barcelona y lo que ha fichado el Atlético de Madrid es el sueño de todo entrenador. Un delantero que marca hasta sin querer. Pero es que si además quiere, como le pasa a esta bestia, y tiene ganas de dar un golpe sobre la mesa, lo mejor es apartarse de su camino.
El debut de Luis Suárez en el 6-1 del Atlético al Granada recuerda a otro que en su día también dejó sin aliento a la capital de España. Fue el de otro 9, se llamaba Ronaldo Nazario y con un doblete de lujo ante el Alavés convirtió el Bernabéu en el teatro de los sueños. Pese a estar vacío por la pandemia del coronavirus, el Metropolitano tiene el mismo olor que aquel día se respiraba en otro bario de Madrid y lo mejor de todo es que Suárez no está solo. Joao Félix se apunta al nuevo concierto de la orquesta de Simeone.
Diego Costa abrió el espectáculo
Basta que tengas a Luis Suárez en la grada esperando su oportunidad para demostrar que es un rematador y un killer de leyenda para que tu delantero más discutido y que todavía tiene el cartel de transferible se adjudique un gol que perfectamente firmaría Lucho. Así empezó la Liga para el Atlético de Madrid 2020/2021, porque a ‘bemoles’ y no musicales, poca gente gana a Diego Costa.
Aún quedan unos días para saber si Costa se quedará o no en el Atlético de Madrid y todavía queda más para que, si finalmente sigue en el Metropolitano, demuestre que la lucha con Suárez le va a dar nuevos bríos a él mismo y al equipo del Cholo. Aún así y esperando a que el futuro se pronuncie, el futbol vive del presente y el más reciente coloca a Costa como el primer goleador del nuevo curso rojiblanco. Y lo hizo a los nueve minutos de juego, de cabeza y a pase de Correa.
El de Lagarto se aprovechó de un intenso y vertical inicio local con un once que dejó muy buenas sensaciones. Con Saúl y Koke en el doble pivote y Carrasco peleando junto a Correa por los flancos, el jugador que más beneficiado salió fue Joao Félix. Cuando Simeone pone a Yannick y a Correa en los flancos, la 1ª y 2ª segunda línea del rival tiene que salir a cubrir sus giros y sus diagonales, lo que libera muchísimo más a Joao Félix. El luso cogió la autopista por el centro y movió a todo su equipo a la perfección. Le escoltan para brillar, por así decirlo.
Joao pudo generar el 2-0 en dos ocasiones. Una con el penalti fallado por Saúl a los 17 minutos y otra con un pase de gol a Costa que evidenció la falta de velocidad del ariete hispanobrasileño. Oblak evitó la única clara del Granada y a partir de ahí todo fue esplendor colchonero.
Joao y Luis Suárez, licencia para soñar
Si en la primera parte la afición del Atlético ya tuvo motivos para soñar, la segunda seguramente provoque que haya que atar a los colchoneros para no sobrepasar la palabra ilusión más de la cuenta. En solo 45 minutos, todo lo que soñaban los rojiblancos se hizo realidad y el 2-0 de Correa a los dos minutos de la reanudación tras pase de Joao Félix solo fue el principio.
Joao enloqueció en el terreno de juego. Controles, sombreros, asistencias y un golazo de bandera a pase de Correa para redondear su tarde con el 3-0. Fue como si el ‘7’ quisiese decirle desde el campo a Suárez que entrase cuanto antes porque la fiesta estaba en el verde. Simeone recogió el guiño del minino portugués y con el carrusel de cambios llegó el set local. Thomas, Llorente y Luis Suárez entraron al campo dejando a Costa, Carrasco y Joao descansando para Huesca y en 20 minutos, Marcos anotó el 4-0 con asistencia de Lucho y el ‘9’ sacó las pistolas para empezar a tirotear porterías en su debut.
A 20 metros se pudo ver la sonrisa de Simeone con la primera asistencia de su nuevo delantero, que ni se inmutó con el 4-1 del Granada, pero es que las siguientes sonrisas del Cholo se pudieron ver a kilómetros de distancia. Asistencia, penalti provocado/ anulado por el VAR, y la guinda, dos goles de killer. Uno de cabeza portentoso y otro de ratón del área peleando cada centímetro de césped. Señoras y señores, colchoneras y colchoneros, sueñen. Luis Suárez ya juega en el jardín de casa.