Leo Messi y Luis Suárez están a punto de ser historia en el FC Barcelona, después de que el argentino haya enviado un burofax al club expresando su deseo de abandonar la entidad, mientras que el uruguayo ya conoce de primera mano que el nuevo entrenador, Ronald Koeman, no cuenta con él para su nuevo proyecto.
Ante el inminente adiós tanto de Leo como del charrúa —siempre que los acontecimientos no den un inesperado giro de 180 grados—, la situación en la delantera beneficia claramente a Antoine Griezmann, que va a tener un rol más importante en el equipo después de una temporada en la que ha vivido a la sombra de Messi.
A la espera de saber si el Barça acaba fichando o no a un nueve puro (ahora mismo los nombres que más suenan son los de Lautaro Martínez y Gabriel Jesús), de momento quien está llamado a ocupar esa posición es Griezmann. Y así se lo ha hecho saber el propio Koeman al delantero galo, que también va a recuperar el dorsal 7 que ha lucido siempre a lo largo de su carrera tras haber portado el 17 el pasado curso.
Este jueves, el diario L'Équipe desvela la conversación telefónica entre Ronald Koeman y el francés, al que ha pedido que dé un paso al frente en el Barça, además de reclamarle que recupere la posición que tenía en el Atlético de Madrid, más centrado en la punta de ataque. "Lo hacías en el Atleti y lo harás ahora en el Barça", le ha comentado el neerlandés a Grizzi sobre su nueva posición.
Lo cierto es que la primera campaña de Griezmann en el Barcelona ha sido bastante decepcionante, viéndose relegado al banquillo en duelos decisivos como el de los cuartos de final de la Champions contra el Bayern de Múnich (2-8), por poner el ejemplo más cercano.
El francés, por el que la entidad culé pagó 120 millones de euros al Atlético y que ha firmado un contrato por cinco temporadas, sólo ha marcado 15 goles en los 48 partidos que ha jugado este curso (un total de 3.499 minutos) entre todas las competiciones.