Primero fue la Supercopa de España en Arabia Saudí, luego la Copa del Rey y ahora LaLiga. El FC Barcelona lleva una temporada aciaga que puede cerrar sin títulos, por lo que, después de claudicar en el campeonato de la regularidad ante el Real Madrid, se agarra a la Champions como a un clavo ardiendo.
El pasado mes de enero, al presidente Josep María Bartomeu y su Junta directiva no les tembló el pulso a la hora de destituir a un Ernesto Valverde que, en realidad, ya estaba sentenciado desde mayo de 2019, cuando el Barça cayó con estrépito en Anfield por 4-0 frente al Liverpool, a la postre campeón, tras haber ganado por 3-0 en el Camp Nou. La derrota contra el Atlético de Madrid en la Supercopa (2-3) fue el detonante para la destitución del Txingurri y el posterior nombramiento de Quique Setién, un técnico con buen cartel llamado a recuperar el estilo de juego del Barça, con la posesión y el toque de balón por bandera.
El equipo azulgrana era líder antes del parón por el coronavirus y, tras el confinamiento, ha visto cómo el Real Madrid le ha acabado superando (a fata de una jornada para el final, la ventaja de los blancos sobre los azulgranas es de siete puntos) para conquistar una Liga que llevaba tres años sin ganar.
"Espero ser el entrenador del Barça en la Champions, pero no lo sé", dijo Setién el pasado jueves por la noche, minutos después de la derrota contra Osasuna en el Camp Nou (1-2) para acabar entregando en bandeja el título al conjunto de Zinedine Zidane. Un discurso, el del preparador cántabro, que dista mucho del que había pronunciado el miércoles, en la previa del duelo contra los rojillos. "Naturalmente que me veo entrenando al Barça la próxima temporada", afirmó.
Pero lo cierto es que, en vista de los acontecimientos, quizá Setién no llegue al duelo del próximo 8 de agosto contra el Nápoles en el Camp Nou, en la vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones. Los azulgranas son favoritos para alcanzar los cuartos tras el empate a un gol en la ida en San Paolo, pero viendo el juego del equipo, no sería descabellado pensar e una eliminación.
Tres opciones para el banquillo
Según informa Mundo Deportivo, en la directiva del Barça estudian tres opciones para el banquillo a corto plazo: seguir con Setién; recurrir al entrenador del filial, Francisco Javier García Pimienta; o sentar en el banquillo ya contra el Nápoles a Patrick Kluivert, que fue jugador del equipo azulgrana durante seis temporadas y que desde julio de 2019 ejerce como director de fútbol formativo de la entidad culé.
Kluivert quiere más responsabilidad y se ve preparado para sentarse en un banquillo, pese a que de momento carece de experiencia como primer entrenador. El exdelantero cuenta hasta el momento con breves experiencias profesionales en su currículum, una de ellas como segundo de Louis van Gaal en la selección de Países Bajos.
Además, entre julio de 2016 y el mismo mes de 2017 llegó a ejercer como director técnico del París Saint-Germain.