La unión, la confianza y la claridad de ideas han sido las principales claves de un Real Valladolid que sigue dando pasos hacia adelante, ya que en esta temporada ha logrado la permanencia de manera más holgada que la anterior, mostrando un gran nivel de competitividad ante todos sus rivales. Un nuevo milagro deportivo del equipo pucelano que, por segunda temporada consecutiva, ha sido el equipo de toda la Primera división que ha manejado el presupuesto más bajo.
Y si hay una persona que ha sabido actuar como ese pegamento sólido de toda la entidad ha sido el brasileño Ronaldo Nazario, que, con su cercanía, su filosofía empresarial y su buena imagen en todos los ámbitos, ha afianzado el proyecto del club blanquivioleta, en el que han jugado un papel esencial tanto Sergio González como Miguel Ángel Gómez.
El técnico del equipo y el director deportivo han aunado fuerzas, ilusión y ganas para lograr el objetivo marcado por el presidente del Real Valladolid, que no solo ha hecho progresar al club en el apartado deportivo, sino también desde un punto de vista estructural y social, que se ha visto fortalecido con la aparición de la pandemia.
De hecho, en este sentido, el director del gabinete de Presidencia, David Espinar, ha indicado que "la situación sufrida por la crisis sanitaria ha reforzado a la institución, y eso lo han notado los jugadores, a los que se les ha dado lo que necesitaban y se les ha tenido al día de todo lo que acontecía, pero también los patrocinadores, los abonados y los aficionados".
El contar con "un presupuesto bajo y limitado" hace que lo logrado sea "algo heroico y admirable", en opinión de Espinar, gracias a la brillante labor realizada por "todo el club, que ha ido a una, remando en la misma dirección" pero, especialmente, por los jugadores "que han mostrado su honestidad todo el campeonato".
"Después del parón todo eran incógnitas, y el club ha sido muy fuerte y ha tenido clara su obligación para con todos sus trabajadores y para con la sociedad", ha matizado el responsable del gabinete de Presidencia de un Real Valladolid que sigue "comprometido en seguir creciendo" en todos los ámbitos.
Desde el punto de vista deportivo, según ha recordado Gómez en declaraciones a Efe, "esta temporada no ha habido ninguna jornada en la que el equipo haya estado en posiciones de descenso, y eso es fruto del gran trabajo realizado por el cuerpo técnico y por los jugadores, que han demostrado su profesionalidad y lo han dado todo".
En este sentido, ha destacado que "nunca" les "temblaron las piernas" cuando se enfrentaban ante rivales directos en la lucha por la salvación, lo que refleja el alto nivel de competitividad del equipo", si bien ha advertido de que "no es momento de mirarse al ombligo, sino de seguir siendo inconformistas y mirar hacia delante".
"Se puede hacer mejor", ha añadido el director deportivo, "porque al que se duerme, se le lleva la corriente", y ese es, precisamente, otro de los aspectos destacados del Real Valladolid, que nunca deja de trabajar, ni de cuidar a los suyos, ni de buscar las mejores opciones, dentro de sus posibilidades y con un realismo absoluto.
El Real Valladolid ha sellado la permanencia en Primera división con ocho victorias, quince empates y trece derrotas, y gracias a una recta final del ejercicio en la que ha quedado constatada la gran gestión realizada desde el club tras el parón liguero, como consecuencia de la covid-19.
De hecho, en opinión de Miguel Ángel Gómez "una de las cualidades de Sergio González es la gestión del grupo humano y, a pesar de tener que afrontar una situación tan complicada como la que se ha vivido, todo el club se ha volcado en mantener a los jugadores en el mejor estado de forma posible, tanto física como mentalmente".
Y esos cuidados y esa capacidad de gestión ha permitido que el Real Valladolid regresara a los terrenos de juego, tras tres meses sin competición, con mucha fortaleza y confianza, y también con esa unidad que le ha caracterizado, ya que todos los jugadores han tenido su dosis de protagonismo en la recta final.
Masip y Óscar Plano han sido los que más minutos han tenido, pero también han contado con un papel importante Kiko Olivas, Salisu, Guardiola y Ünal y, en el reinicio de la liga, incluso los canteranos han adquirido relevancia, como en el caso de Kike Pérez o Víctor García, quien debutó, con gol incluido, ante el Valencia.
Quedan dos partidos por disputarse, ante Eibar y Betis, en los que el objetivo será disfrutar del fútbol, jugar sin presión, pero con la firme intención de añadir más puntos al casillero del Real Valladolid, ya que si de algo puede presumir el equipo es de que siempre ha dado el máximo en el terreno de juego.
Quizá, en el debe, pueda estar el no haber contado con ese pase último, con esa finalización, ya que ha faltado remate y se han ofrecido pocos goles, pero en lo que respecta al plano defensivo, el cuadro blanquivioleta se ha mostrado como un bloque sólido y, en muchos casos, como una muralla difícil de franquear.
Y seguro que estos aspectos se tendrán muy en cuenta de cara a la próxima temporada, en la que habrá "más dinero para la plantilla", tal y como ha avanzado Espinar, y la misma ilusión, o más, de seguir haciendo del Real Valladolid una entidad sólida y afianzada, tanto económica como deportivamente.
Orellana y Javi Sánchez, cerrados
El Real Valladolid ya ha cerrado sus dos primeros fichajes de renombre para la próxima temporada. Fabián Orellana llega gratis tras terminar contrato con el Eibar. El chileno aportará desequilibrio y calidad en los últimos metros.
Por su parte, Javi Sánchez, cedido por el Real Madrid, se queda en el Pucela en condición de traspasado tras el acuerdo al que llegaron ambos equipos. Sánchez está llamado a ser el sustituto de un Salisu que dejará en caja unos 12 millones de euros —los que fija su cláusula de rescisión— tras fichar por el Rennes francés.