Gareth Bale ha sido, durante muchos meses, el muñeco de pim, pam, pum de buena parte de los medios de comunicación. Cuando las noticias escaseaban, siempre había un hueco para meter alguna crítica al galés.
Bale, que al contrario que muchos de sus compañeros nunca ha sido amigo de ningún periodista ni le ha dado por filtrar información a la prensa, siempre ha tenido un comportamiento modélico en el vestuario del Real Madrid. En el vestuario merengue se destaca su compromiso. Su vida privada es ordenada y jamás ha cometido un acto de indisciplina. Sus pecados, para aquellos que le persiguen con el mazo y la lupa, son las lesiones y que le guste el golf.
Este viernes, tras completar el último entrenamiento de la semana, el ambiente en Valdebebas era magnifico. Tanto, que la habitual foto que se hacen tras completar los entrenamientos, tuvo un detalle especial. Tras estar toda la semana en el ojo del huracán por hablar en una entrevista sobre los pitos recibidos y su pasión por el golf, Bale sacaba su lado más bromista.
Tras el triunfo de su equipo en los partidillos de entrenamiento, Bale elegía para la celebración la típica pose para patear la bola de golf.
Esta semana, en una entrevista para el podcast de golf de Erik Anders Lang, Bale hablaba claro sobre su gran pasión: "Mucha gente tiene problemas con que yo juegue al golf. No sé la razón. Lo he hablado muchas veces y a todo el mundo le parece bien, pero especialmente en los medios hay esa percepción que debería estar descansando, que puede generar lesiones". Bale —amigo, hay que vender periódicos— no entiende esa obsesión de muchos medios con él: "Veo a gente en América, por ejemplo Stephen Curry que juega al golf la misma mañana de partido. Aquí, si juego dos días antes del partido es como '¿qué estás haciendo?'".
La celebración de Bale se ha convertido en viral. ¿Se atreverá el galés a celebrar los goles de esta guisa cuando vuelva La Liga?