Fue una de las grandes perlas de la prolífica cantera del Málaga. Un delantero con calidad que llegó a debutar en Primera. Además, jugó en el Rayo, en el Marsella, en el Sporting de Portugal o en el Aris de Salónica. Koke Contreras colgó las botas en 2016.
Hace seis meses, Koke fue detenido en una operación contra el tráfico de drogas. Desde entonces esta en prisión preventiva en la cárcel de Alhaurín de la Torre, en Málaga. El Desmarque contacta con Koke para saber como está llevando la experiencia:
"Lo llevo bastante bien, obviamente estoy privado de mi libertad, pero de todo se aprende. Yo me considero una persona muy afortunada en la vida, con muchas experiencias increíbles y esta es, sin duda, una más. Aquí es difícil todo, pero sin duda el estar sin mi familia, mis hijas, mis padres. Nosotros somos una familia muy unida y yo siempre he sido el ojito derecho. Pero en realidad lo más duro está siendo que mi pareja y mi hermano estén en prisión. Tengo que estar siempre fuerte, no tengo tiempo para que me den bajones porque ellos me necesitan con los cinco sentidos".
¿Cómo es el día a día de un exfutbolista de Primera en la cárcel? "La pregunta del morbo. Todos vemos películas de cárceles y nos imaginamos cómo sería estar en la cárcel. Aquí los días se hacen muy largos, pero al final tienes que adaptarte a tu nuevo día a día. Yo, particularmente, hago casi todos los días lo mismo. Por la mañana voy al gym y después suelo pasar la mañana jugando al parchís. Antes del problema de la covid-19 estaba yendo a un curso de cultura emprendedora, pero eso ahora está parado. También me estoy viendo el código penal, son cosas que fuera no haría, pero aquí hay tiempo para estas cosas".
No todo es como parece: "Nada es lo que nos imaginamos. Ni el malo es tan malo, ni el bueno es tan bueno. Cada uno tiene su historia y su corazón. Yo no juzgo, me gusta escuchar, me gusta ayudar y aquí es lo que más hago. En definitiva en la cárcel hay gente muy buena e interesante. Oír, ver y callar. Nunca mejor dicho".
Koke manda un mensaje a la sociedad: "Sí quiero decir que pasar por la cárcel no es lo peor del mundo, sí, duro es, claro, el estar aquí te hace vivir cosas impensables y pensar como un preso. Me gustaría transmitir a la sociedad que somos personas normales, que la presunción de inocencia tiene que existir, que por pasar por la cárcel no se puede excluir a las personas, todos merecen una oportunidad. En mi caso yo me considero buena persona y aquí soy aún mejor".