El partido fue lo que quiso Vinicius. Es increíble todo lo que puede llegar a acaparar un chaval de 19 años y encima en un Clásico. Si el Real Madrid hubiera perdido, se estaría hablando de la falta de gol del brasileño, de que corre mucho y de que se entrega al máximo pero que no decide en el área rival, que es donde tiene que destacar. La afición diría que no vale para jugar en el Madrid y se harían análisis de cómo un club tan grande como el Madrid puede depender de un chico. El fútbol es así de injusto porque no puede ser que haya consecuencias extremas dependiendo de que una pelotita traspase los tres palos. Para bien del Madrid y de Vinicius, esta vez la suerte cayó de su lado con un disparo que desvió Piqué. Hubo suerte, pero la suerte es para quien la persigue y a Vinicius nadie le puede discutir su máxima voluntad.
El Madrid sale como líder de LaLiga y con algo muy importante, con la mochila cargada de confianza. Es lo que tiene ganar al Barcelona. Ahora a buen seguro los blancos se verán con más opciones de remontar ante el Manchester City en la Champions tras el 1-2 en este mismo escenario hace apenas cuatro días. Y tienen motivos para creer en ello porque la victoria se construyó con muchos argumentos futbolísticos. Individuales y colectivos. Courtois demostró que puede ser un portero que da puntos. Casemiro y Valverde volvieron a ser esa pareja que tanto campo abarcaban hasta hace un mes y el Madrid volvió a ser un bloque de nuevo. Tuvieron fases malas en las que sufrieron pero sí fueron ese equipo que había basado su liderato en una defensa solidaria, desde el delantero hasta el último de los defensas. El Madrid no ha encajado ante el Barça y con Marcelo como titular.
El Barça tiene la pelota y el Madrid... a Courtois
El Barça cumplió con las expectativas. Salió a jugar el partido que muchas veces han ganado en este estadio. A tener paciencia. Tocar, tocar, atraer, y esperar a que presionen para acelerar. Lo consiguieron pero no tantas veces como les hubiera gustado y sorprendentemente, Messi apareció en muy pocas ocasiones. Mérito del Real Madrid pero en especial de Casemiro que hizo un trabajo extraordinario para frenarle. De más a menos el Barcelona que se sostuvo en Busquets, más cómodo en el Bernabéu que en el Camp Nou, pero en la segunda parte se vino abajo por completo en la última hora. Desapareció por completo.
El Real Madrid, al contrario. De menos a más. Les costaba robar pero tuvieron dos facetas necesarias para sobrevivir a la posesión del Barça a la que, por cierto, le faltaba una segunda marcha en los últimos metros. Tuvieron paciencia y a Courtois. Valverde ayudó a Carvajal, que falta le hacía ante Jordi Alba. Kroos, Vinicius y Ramos ayudaban a Marcelo. El Madrid apenas tuvo posesión pero también hay que decir que ni le hacía falta. Sus transiciones eran más fluidas que las del Barcelona. Se notaba que sí había un claro objetivo de avanzar y atacar y no tener la pelota por tenerla. Se volcaron por la izquierda donde Vinicius desesperó al Bernabéu hasta el descanso. Y había motivos para ello porque tuvo hasta cuatro opciones claras de gol con toda la autopista para correr y definir o asistir.
La primera ocasión clara no llegó hasta la media hora con un disparo de Griezmann desde el punto de penalti tras un pase de Jordi Alba. Fue la única opción en la que no se notó la clara obsesión que hay en el Barcelona de buscar a Messi. Hasta cuando crean jugadas sin él, tienen la necesidad de que el argentino intervenga, aunque no sea la mejor opción.
Los últimos quince minutos de la primera parte pudieron ser mortales. Los centrales del Real Madrid se abrieron demasiado para presionar y apareció Arthur para romper. Pese a su escasa velocidad llegó en solitario ante Courtois pero el belga ganó el primero de sus tres mano a mano.
Esa misma situación de los centrales del Madrid abiertos, se repitió con Messi. Dejaron entrar a Leo pero de nuevo sacó la mano Courtois, ayudado con Varane que llegó justo para molestarle lo suficiente. Fue el mejor momento del Barça porque tuvo tres claras. Antes del descanso, Semedo consiguió llegar a línea de fondo solo porque no estaba Marcelo y Ramos llegó tarde. Había un pase de la muerte para Griezmann pero Varane, de nuevo, consiguió cerrar bien el pase.
Clara superioridad blanca tras el descanso
La segunda parte comenzó con cinco minutos en los que el Madrid no tocó la pelota pero donde no hubo tampoco jugada de peligro del Barça. Era aburrido. Y llegó la parada de Ter Stegen. La parada que cambió el partido. Fue una tremenda mano del portero al disparo de Isco que iba a la misma escuadra. Imposible para el 98% del resto de porteros. Y cambió el partido porque, aunque no varió el marcador, a partir de este momento el Real Madrid empezó a creerse que podía ganar.
Y a raíz de esa acción, hubo un monopolio del Madrid. Mordiendo arriba y dejando sin salida al Barça. Constantes pérdidas de los azulgrana en campo propio que provocaron constantes acciones de peligro. La más clara, un cabezazo de Isco que no salva Ter Stegen, salva Piqué bajo palos. Qué listo es el central que hizo un partido impecable. Benzema tuvo otro disparo a pase de Carvajal. Eran constantes las llegadas del Madrid y por eso Quique Setién fue el primero en mover ficha.
Arturo Vidal dejó su sitio a Braithwaite. Y en la primera acción del ex del Leganés casi marca. Setién lo situó en banda derecha y al minuto cogió la espalda de Marcelo pero otra vez Courtois salvó el mano a mano. Fue el único momento del Barça en la segunda mitad. A diferencia del encuentro ante el City, el Real Madrid sí mereció el gol. Insistió, insistió y apareció con el futbolista que más lo había intentado. Vinicius se lo merecía. Tuvo suerte porque hubo un rebote, pero lo que no es suerte es el tremendo pase previo de Kroos, que le dijo hasta el desmarque que tenía que hacer Vinicius. Increíble que no jugara el alemán ante el City.
Tras el gol, el partido se volvió más exigente en lo físico. Muchísimas jugadas al límite con jugadores tirándose al suelo y ahí tiene las de ganar el Madrid con una plantilla más luchadora. Marcelo y Varane salvaron una jugada peligrosa en la que Messi se iba ante Courtois y poco más. Ojo a esa jugada porque Marcelo le ganó una carrera a Messi y en el minuto 75. Normal que lo celebrará como si hubiera ganado LaLiga. Por el partido y por el momento que atraviesa él.
Vinicius se dejó el alma
Modric entró por Isco. Ansu Fati y Rakitic por Griezmann y Arthur. Y el que continuó ganándose al Bernabéu fue Vinicius que se hinchó a robar balones. Lo que corrió el brasileño no fue normal. Se dejó el alma en un partido en el que estaba en juego toda la temporada. Se ha ganado todos los elogios que va a recibir.
Y a falta de dos minutos del final y para perder tiempo, Zidane dio entrada a Mariano por Benzema. Había jugado 50 minutos en una temporada en la que al Madrid le faltaba gol. Pues tardó 40 segundos en marcar. ¡Ante el Barcelona! Mariano tiene que jugar más porque juega igual los partidos saliendo de titular o jugando el tiempo de descuento. Y tiene gol. Mariano ha retratado a Zidane y a otros jugadores como Bale, que se marchó del estadio sin haber jugado un minuto ante el Barcelona.
Ficha técnica
Real Madrid, 2: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Casemiro, Valverde (Lucas Vázquez, m.86), Kroos, Isco (Modric, m.79); Vinicius y Benzema (Mariano, m.90)
FC Barcelona, 0: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Umtiti, Jordi Alba; Busquets, De Jong, Arthur (Rakitic, m.81), Arturo Vidal (Braithwate, m.69); Messi y Griezmann (Ansu Fati, m.81)
Goles: 1-0, m.71: Vinicius; 2-0, m.92: Mariano.
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Vinicius (m.11) y Carvajal (m.18), del Real Madrid; y a Jordi Alba (m.18) y Messi (m.85), del Barcelona
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo sexta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 78.357 espectadores