José María Gutiérrez, Guti, vive sus peores momentos como entrenador del Almería. Tras un comienzo prometedor con buen juego y resultados, una única derrota en sus primeros 14 partidos ligueros, el equipo se le ha caído al técnico madrileño.
El tropiezo contra el Fuenlabrada alargó la mala racha que atraviesa el Almería, cinco partidos sin conocer la victoria, y el juego tampoco acompaña. El jeque y dueño del conjunto rojiblanco, Turki Al-Sheikh, hombre de confianza del príncipe heredero de Arabia Saudí, comienza a impacientarse y si el Almería pierde el próximo sábado ante el Cádiz en el Carranza, Guti será despedido.
Guti, el técnico mejor pagado de la historia de Segunda División, está desquiciado. Ha intentado todo tipo de cambios de esquema de juego pero ha sido incapaz de dar con la tecla. Sus quejas sobre el déficit de calidad para el desborde y de cara a puerta de su plantel no han sentado nada bien en las oficinas del club. Algunas voces apuntan, incluso, a que la plantilla le está haciendo la cama, ya que no confían en él.
Si Guti no termina de levantar el vuelo y es despedido, el Almería no podría contratar un técnico de primer nivel por el margen en el límite salarial. Ante este panorama, el Almería, previsor, incorporó la semana pasada a Jesús Muñoz como asistente técnico. El preparador castellano-manchego regresó así al equipo y, como apuntó Diario de Almería, podría hacerse con las riendas de la plantilla junto a Nandinho, entrenador del filial rojiblanco. Al millonario jeque, Al-Sheikh, que hizo un proyecto muy ambicioso para subir a Primera esta temporada, se le ha terminado la paciencia. O Guti rasca algo de Cádiz, o el madrileño será despedido de manera fulminante.