La prueba ante el Inter salió bien y se vieron cosas de entendimiento entre los tres delanteros que, teóricamente, van a jugar más en el Barcelona. Messi, Suárez y Griezmann jugaron juntos y sólo el francés estuvo algo desaparecido, pero Ernesto Valverde quiere esta prueba más sólida.
Ante el Sevilla en el Camp Nou, este domingo, los tres jugarán de nuevo. pero no es cuestión de fiarse. Dembele aprieta fuerte y el técnico extremeño quiere darle una oportunidad al jugador venido del Dortmund al que las lesiones han lastrado en el conjunto azulgrana.
Messi y Suárez, en buena forma, son absolutamente vitales para el técnico y, sin estar al cien por cien, los dos siempre se acercan a la perfección. Se vio en el partido de Champions. El uruguayo está algo lento todavía pero marcó dos goles y el argentino está lejos de su mejor restado, pero tuvo acciones brillantes.
Ya dijo el otro día el seleccionador francés Didier Deschamps que tiene que poner en otra posición a Griezmann porque a él le funciona mejor en la mediapunta o partiendo de izquierda en el combinado galo. En el Barcelona ocupa la derecha y eso, lejos de ser un alivio, puede ser un problema para Valverde.
La cuestión será del técnico. Valverde quiere darle a este Barcelona el potencial que ya tenía otros años, pero multiplicado por la presencia del exjugador de Real Sociedad y Atlético de Madrid. Este domingo ante el Sevilla es una buena prueba para demostrarlo.