Gerard Piqué no se corta. Nunca lo ha hecho y no lo va a hacer ahora. El pasado sábado, minutos después de la victoria del Barcelona contra el Getafe (0-2), el central apareció por la zona mixta del Coliseum Alfonso Pérez para hablar sobre la cena de conjura que los jugadores culés habían mantenido esa misma semana, sin la presencia de ningún representante del cuerpo técnico. Un encuentro que, según Piqué, tenía como objetivo hacer piña y mostrar el buen ambiente del vestuario azulgrana.
Pero lo que realmente hizo el defensa fue lanzar un torpedo a la línea de flotación de la directiva del club. Una nueva pulla más a la Junta presidida por Josep María Bartomeu. "Tenemos que estar juntos, la afición y la Junta directiva. Cuando una persona no se quiere enfadar, no hay luchas. Conocemos el club, sabemos los diarios afines del club, sabemos quién escribe los artículos, aunque los firme otra persona (...) Queremos competir, salir y no causar peleas que no existen. No queremos que existan. Las cosas tienen que salir mejor o peor, debemos estar unidos o nos haremos daño", dijo el jugador.
Unas polémicas declaraciones que siguen trayendo mucha cola 72 horas después. Aunque en ningún momento dio nombres, Gerard Piqué se refería en concreto a un polémico artículo que el periodista —y socio del Barça— Xavier Bosch publicó en el diario Mundo Deportivo —afín a la directiva culé— el viernes de la semana pasada. Bajo el título Así consiguió el vestuario del Barcelona todo el poder, Bosch relataba, uno a uno, incidentes en los que los jugadores fueron aumentando su influencia en materias tan variadas como la política deportiva, la contractual y salarial o, incluso, en las relaciones con los periodistas.
Los puntos de desencuentro
En su controvertido texto, el periodista de Mundo Deportivo hablaba de la influencia del vestuario en decisiones como la contratación de Antoine Griezmann —muy criticado por ciertos jugadores—, el hecho de que finalmente no se fichara a Íñigo Martínez, la elección del sustituto de Tito Vilanova —tras el malogrado técnico catalán, fue el argentino Gerardo Tata Martino quien se hizo cargo del banquillo culé en la temporada 2013/14— o la llegada de Eric Abidal como secretario técnico.
"Concedido", escribe Xavier Bosch para relatar cómo la Junta directiva que preside Bartomeu ha tenido que pasar en varias ocasiones por el aro de las peticiones del vestuario.
Pero no sólo eso, sino que el periodista también habla de las peticiones de aumento de sueldo por parte de algunos futbolistas, de las primas por títulos y, además, el enfado de determinados jugadores que, al pedir ayuda económica después de sus problemas con Hacienda, recibieron un no rotundo por parte de la entidad.
Otro punto de desencuentro relatado por Xavier Bosch es el de la gestión de las lesiones por parte de los jugadores. Sin citar nombres, asegura que varios futbolistas impusieron su criterio al del equipo médico por razones personales: retraso de operaciones para no perderse el Mundial (Samuel Umtiti), perderse una final de Copa del Rey por operarse antes de tiempo (Luis Suárez) o la ausencia de jugadores cuando tenían que pasar revisión médica (Ousmane Dembélé).
La relación con los medios es otro asunto en el que, según Bosch, los jugadores han ido ganando poder con el paso del tiempo. Algunas de sus informaciones son constatables desde el mero análisis de la realidad (que vetaron a la prensa en los vuelos del club) y otras también podrían serlo: la disminución progresiva de las comparecencias de la plantilla ante los medios de comunicación, solo limitadas a las estrictamente necesarias por razones comerciales o exigencias de la UEFA, en la previa de los partidos de Champions.
Así, este nuevo dardo de Piqué a la directiva es el segundo que lanza en apenas una semana, después de que el pasado 25 de septiembre, tras la agónica victoria contra el Villarreal en el Camp Nou (2-1), el central barcelonista criticara sin tapujos la planificación de la pretemporada. "No ayudó en nada a empezar bien en la competición. Tanto viaje y tan poco entrenamiento (...) Mira ahora lo que le ha pasado a Messi, pero no hay excusas. Hay bastantes jugadores que no hemos logrado el tono porque es lo que hay. No sé la gravedad de su lesión (de Messi) y espero que sea lo menos posible. No hay excusas en el Barcelona, aunque la pretemporada no haya sido la óptima".
El caso Neymar
Capítulo aparte merece Neymar. Aún colea el famoso "se queda" de Piqué, publicando en sus redes sociales una fotografía en la que se le ve junto al brasileño dando a entender que no iba a abandonar Can Barça, en una imagen que corrió como un reguero de pólvora y que se produjo sólo diez días antes de que el París Saint-Germain anunciara el fichaje de Ney por 222 millones de euros, que era el valor de su cláusula de rescisión por el Barcelona.
Tras las declaraciones públicas del 10 de la Canarinha, reconociendo que quería abandonar la jaula de oro en la que se encontraba en París, en cierto sector del vestuario del Barça —encabezado por Messi y Luis Suárez— empezaron a frotarse las manos con la posibilidad de que Neymar pudiera volver al Camp Nou. "Sabemos que Neymar quiere irse del PSG y también sabemos que el PSG no quiere que se vaya. Por tanto, no hay caso", dijo Bartomeu en una comparecencia pública el pasado 5 de julio.
Desde entonces, y durante casi dos meses, el Barça aparentemente ha tratado de fichar a un Neymar que finalmente va a quedarse en el París Saint-Germain por tercera temporada consecutiva y que, paralelamente, mantiene su juicio contra la entidad azulgrana por la millonaria prima de renovación suscrita con el club antes de fichar por el equipo francés.
Pero los jugadores no entienden de juicios y los Messi, Suárez, Piqué y compañía anhelaban por el regreso de Neymar, un futbolista que los ayudó a conquistar la última Champions ganada por el Barça, frente a la Juventus de Turín (4-1), en junio de 2015 en Berlín. "Hicimos todo lo posible para fichar a Neymar", dijo Bartomeu en una entrevista a Barça TV el pasado 6 de septiembre. Sin embargo, Leo Messi no se lo cree y seis días después, en una entrevista al diario Sport, vino a decir que no se cree las palabras de su presidente. "Sinceramente, no sé si el Barça hizo todo lo posible para fichar a Neymar", fueron las palabras del astro argentino.
De hecho, algunos futbolistas no creen que la Directiva presidida por Bartomeu haya hecho todo lo posible para el regreso del brasileño, como Leo Messi se encargó de dejar claro en una entrevista publicada por el diario Sport el pasado 12 de septiembre.
El sábado en Getafe, Piqué no argumentó ni una sola de las razones del evidente malestar de la plantilla con la cúpula del club, pero sí dio pistas con esa lacónica frase: "Conocemos el club, sabemos los diarios afines del club, sabemos quién escribe los artículos, aunque los firme otra persona". Los dardos del central tienen un destinatario claro: la Junta directiva que preside Josep María Bartomeu. El pulso continúa y tiene pinta de ir para largo, muy largo...