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Liga

El Real Madrid continúa en su particular caída libre, mientras el Rayo suma tres puntos vitales (1-0)

El Rayo plantó cara y ganó la partida a los de Zidane gracias a un penalti de Vallejo. Las rotaciones no funcionaron. Gran partido de Courtois.

Saltaba -a medias- la sorpresa en el once de Zinedine Zidane. El francés que no podía contar con su máximo convertidor esta temporada por lesión, Karim Benzema, debía reinventarse y sacar al tapete una ficha de su puzzle poco conocida: Mariano. También quiso dar oportunidad a aquellos a los que dejó fuera indiscriminadamente y que hoy no han sabido aprovechar la oportunidad. Quien sí respondió, con creces, fue Courtois. Tras todo el revuelo acontecido durante la semana y el debate sobre quién debería ser el meta titular, el belga salvó en varias ocasiones a su equipo de un resultado más abultado. Pues con el belga, con una pareja de centrales formada por Varane y Vallejo (quien, por cierto, lleva dos partidos a un excelente nivel), laterales para Marcelo y Carvajal, con un poblado centro del campo donde Llorente haría de destructor y con Kroos, Modric y Ceballos en la sala de mandos, y con Bale y Mariano arriba, saltaban a disputar su partido en Vallecas ante el Rayo.

Tarde-noche de Elecciones que no privó de ver el Estadio de Vallecas lleno hasta la bandera y cantando a una sola voz para animar a su equipo. Necesitaban tres puntos y el objetivo se cumplió. Fue un arranque donde los menos habituales pronto se quitaron la losa de la presión de encima: Ceballos estaba sacando a relucir su mejor repertorio de regates, Mariano presionaba como si de cada carrera dependiesen sus goles y Llorente, que fue el que pasó más desapercibido, ordenaba desde la medular a su equipo. Fueron veinte primeros minutos de disfrute para el aficionado al fútbol, pero que a Zidane, desgañitándose desde la banda, no gustaron nada. Un aviso en los primeros diez minutos de Marcelo fue todo el peligro que fue capaz de generar el equipo blanco; después avalancha del equipo franjirrojo. Obligaron los de Paco Jémez a emplearse a fondo a Thibaut Courtois. Concretamente fue Pozo el autor de las dos ocasiones de más peligro. Primero un tiro abajo que detuvo sin problemas el belga y después un mano a mano que sacó Thibaut con el pie.

Toca hacer un stop en el repaso cronológico para recopilar dos actuaciones que marcaron el devenir del encuentro. Mientras Pozo hacía todo bien, se asociaba, daba salida de balón, pisaba área y chutaba, su homónimo en el campo, Modric, andaba perdido y desconocido. El Balón de Oro no hizo su mejor partido y le costaba un mundo dar salida fácil a su equipo. Zidane tendrá trabajo con Luka si quiere que sea pilar en su once para la próxima temporada.

Y ahora sí: rondaba el minuto veinte del partido y el Rayo pondría los cimientos para sumar los tres puntos. Un agarrón inocente de Vallejo en el área, revisión del VAR y González Fuertes que, tras el protocolario gesto de dibujar un rectángulo en el aire, se llevaba el silbato a la boca y brazo extendido hacia abajo para señalar el -más que dudoso- penalti. Embarba no perdonaría. Chut fuerte, media altura, a la derecha y engañando a Courtois. Gol y a remangarse porque parecía que tocaba sufrir. Desde el gol hasta los últimos cinco minutos antes del descanso, no fueron capaces ni uno ni otro equipo de generar peligro. Lo más descollante fue un remate de cabeza de Ceballos que se marcharía rozando el poste y que no incomodaría a Alberto. Jugadores a túneles de vestuarios con una sensación rondando en el ambiente: si el Rayo era capaz de aguantar el 1-0, con el Madrid sin dar impresión de poder levantar el encuentro, los tres puntos se quedarían en casa.

Nadie nunca sabrá cómo fue la arenga de Zidane en vestuarios, ni qué fue lo que les dijo, pero el guion a duras penas varió. De hecho, tan parecida fue la salida en la segunda parte con respecto a la primera, que comenzó con un tiro peligroso de Bale y dos intervenciones de mérito de Courtois a tiros de Bebé y del goleador de la noche, Embarba. Necesitaba Zidane proponer un nuevo planteamiento. El 4-1-3-2 no funcionaba y, lo que sí le ha funcionado siempre al francés es tener dos extremos y con la salida de Brahim por Ceballos, recuperaba el 4-4-2. Fue precisamente el malagueño quien dotó de algo distinto a su equipo, de la chispa que necesitaba, pero esa magia con la que saltó a jugar, no se contagió al resto de futbolistas blancos.

¿Creció el Madrid? No. ¿Pudo remontar el encuentro? No. Los últimos veinte minutos fueron una eternidad para la grada de Vallecas que miraba el crono cada vez con más ahínco. Carrusel de cambios, algún lance que dejó entrever los nervios a flor de pie que tenían unos por la impotencia del resultado y los otros por lo despacio que pasaba el tiempo y Javi Guerra, que por fin disputaba noventa minutos completos mucho tiempo después, tuvo la última, con Vallejo sacándola sobre la mismísima línea. Seis minutos de añadido que fueron un regalo para el Madrid y que no supo aprovechar. El pitido final desató la locura y los gritos de "¡Sí se puede!" en la grada local. Euforia que contrasta con el ánimo de sus vecinos de ciudad.

El Madrid sigue en un desierto de sequía goleadora y en un limbo de juego. Quedan tres partidos que pueden terminar haciendo del tramo final de temporada un infierno. La tercera plaza está sellada tras la derrota del Getafe en Anoeta, pero lo que no está sellada es la plantilla de Zidane para la próxima temporada y es posible que con este tipo de encuentros el técnico galo haya tomado nota de los cambios que necesita su club. No olvidar que están a 18 puntos del líder, la temporada pasada terminó a 17 y esta puede ser aún peor. Mucho trabajo por hacer.

Ficha técnica:

Rayo Vallecano (1): Alberto; Tito, Abdoulaye Ba, Gálvez, Alex Moreno; Mario Suárez (Medrán, m.75), Uche, Pozo (Trejo, m.84), Embarba, Bebé (Álvaro García, m.78); y Javi Guerra.

Real Madrid (0): Courtois; Carvajal, Varane, Vallejo, Marcelo; Llorente, Kroos, Modric (Isco, m.73), Ceballos (Brahim, m.61); Mariano (Lucas Vázquez, m.81) y Bale.

Goles: 1-0: M.22 Embarba, de penalti.

Árbitro: González Fuertes (Comité asturiano). Amonestó a Mario Suárez (m.43), Uche (93), del Rayo; y a Vallejo (m.22), Modric (27), Mariano (61) y Marcelo (85), del Real Madrid.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 35 de la Liga Santander, disputado en el estadio de Vallecas (Madrid), ante 13.273 espectadores.

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