Este Real Madrid no da para más. No es cosa de Lopetegui ni de Solari. Ambos se equivocaron con distintos errores pero la prueba está en cómo juega el equipo desde la llegada del mesías. Zidane y su famosa flor tienen sus limitaciones. Cuatro ratos para ganar a un Celta sin Aspas y un gol de Benzema para ganar al Huesca en casa, vale. Para vencer al equipo más en forma de la Liga como es el Valencia, no llega.
Poco a poco, el Real Madrid ha ido perdiendo parte de su grandeza esta temporada. Quizás es lo mejor que le pueda pasar a los merengues. La limpia debe ser grande y con la llegada de Zidane la transformación en la actitud de ciertos jugadores, ver replegar a Marcelo con una carrera de 60 metros a lo Usain Bolt es algo inédito esta campaña, podría enmascarar la cruda realidad: el cambio de ciclo está aquí. Ha sido un ciclo único que quedará para la historia con cuatro Champions en cinco temporadas. Pero toca renovarse o morir. El Madrid necesita, al menos, media docena de fichajes que vuelvan a darle a imprimirle al equipo talento y hambre. Y el pulso, con nombres importantes, no puede temblar.
El Madrid jugó una primera parte flojísima. El Valencia y Marcelino idearon un plan perfecto. Regalaron el balón a los merengues, que acumularon más del 60% de posesión en el primer acto, y esperaron agazapados para robar y salir como flechas a la contra. Un plan que le salió a la perfección al técnico asturiano. Con un ritmo lento en la circulación, sin nadie que encare en el uno contra uno, el Madrid se mostró como un equipo triste y plano. Ni siquiera fue capaz de meter, en este primer acto, al Valencia en la cueva. La primera mitad en Mestalla, por parte de los visitantes, se limita a un disparo de Kroos desde lejos a las manos de Neto. No hubo ninguna acción más de peligro.
Este Madrid está, ante este Valencia, para lo que intentó. Tener la pelota, tocar en campo propio y esperar que con el paso de los minutos, alguna jugada esporádica les sirva para encauzar el partido. No hay ningún plan. Ninguna confianza. No hubo nada a lo que agarrarse. Un par de carreras de Asensio y pare usted de contar. Nadie regatea, nadie acelera, nadie dispara, nadie crea algo de peligro...
Zidane optó por un once parecido con el que ganó su última Champions League. Ya sabemos que falta Cristiano. Y que está Odriozola en lugar de Carvajal. No es suficiente para justificar este drástico cambio. El Valencia tampoco hizo demasiado pero siempre dio la impresión de que el gol, si caía, tenía que caer de su lado. Porque lo intentaban. Ya sea Guedes por la izquierda, Soler por la derecha o Rodrigo cayendo entre líneas. Y al final cayó el primer tanto con un centro lateral que es mal despejado y que marca el portugués con un disparo al primer palo desde el borde del área. Mal Ramos al mirar y no achicar. Keylor, en pleno debate sobre quien debe ser el titular la próxima temporada, él o Courtois, pudo hacer algo más. El tico se desquitó en el segundo tiempo con paradas de mérito.
Tras el gol de Guedes, la estructura defensiva, que era lo único salvable, se vino abajo. El Valencia se vino arriba en la recta final de la primera parte y solo la falta de puntería evitó que los de Marcelino se fueran con 2-0 al descanso.
Más de lo mismo en la segunda parte
La segunda mitad tuvo el mismo guión pero con un matiz. El Madrid seguía amasando la posesión de balón, con el beneplácito del Valencia, pero aceleró la circulación y creo más sensación de peligro. Marcelo y Odriozola -curioso caso el del aristocatra vasco, a la hora de alcanzar línea de fondo es un lateral top, pero cuando centra se asemeja a un diestro con dos zurdas- le dieron profundidad por los costados y consiguió, al menos, meter en su área al Valencia. Centros y centros laterales, pero como tantas y tantas veces esta temporada nadie ataca el balón en el área, por lo que los centros quedan en agua de borrajas. El Madrid en el área en ataque posicional es más manso que un gato castrado. La falta de un '9', de un Killer, clama al cielo. Karim Benzema es de los mejores delanteros del mundo fuera del área, pero dentro de la misma se le apaga la luz.
Zidane metió a Bale, Isco y Mariano. Nada cambió. El cansancio comenzó a hacer mella en un Madrid cuyas inocentes pérdidas daban vida a un Valencia que rozó el 2-0 tras un nuevo pase errado de Casemiro -el brasileño sigue dando el cante al no estar al 100% físicamente, no tiene pulmones para llegar a las coberturas y en la salida de balón sufre horrores por su mal pie-. Una jugada que destapó otro de los males endémicos de los merenegues en el pasado. El equipo se rompe y las transiciones defensivas son muy deficientes.
Los ches, que al contrario que el Madrid sí tenía un plan y un guión de partido muy definido desde la pizarra, tuvo su premio a su mejor partido con un segundo tanto tras rematar de cabeza Garay una jugada ensayada. Era el minuto 83. En el último suspiro, Benzema sacó el maquillaje y pusó el 2-1. Curioso. El mismo maquillaje que, desde el retorno de Zizou, impedía a algunos ver la realidad. En Mestalla se acabó la pintura. El Madrid no precisa solo algún retoque, necesita llevar a cabo este verano un cambio radical.
Por su parte, el Valencia de Marcelino ha vuelto para quedarse. Y tiene mucho mérito. El técnico asturiano estuvo en el alambre durante buena parte de la temporada. Cuando más tocado estaba se agarró con fuerza al puesto. Trabajo, trabajo y más trabajo. Sin perder su identidad. Creyó y ayudado por un Parejo imperial, el fichaje de Gameiro y la mejora de un hombre clave para su esquema como Rodrigo, suma 17 partidos invicto y consigue llegar a la recta final a un solo punto de la Champions y con su equipo metido en la final de Copa del Rey. ¡Chapó!
Ficha Técnica:
Valencia, 2: Neto; Wass, Diakhaby, Garay, Gayà; Carlos Soler (Ferran, m.79), Parejo, Kondogbia, Guedes (Cheryshev, m.72); Rodrigo y Gameiro (Santi Mina, m.85).
Real Madrid, 1: Keylor Navas; Odriozola, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos (Isco, m.64), Modric; Lucas Vázquez (Mariano, m.78), Asensio (Bale, m.64) y Benzema.
Goles: 1-0, m.35: Guedes. 2-0, m.83: Garay. 2-1, m.93: Benzema.
Árbitro: Pablo González Fuertes (Comité asturiano). Amonestó por el Valencia a Wass y Parejo, y por el Real Madrid a Odriozola y Marcelo.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 30 de LaLiga Santander disputado en el estadio de Mestalla ante 44.274 espectadores.