Durante la mañana del jueves, los cercanos a Florentino Pérez vieron al presidente más relajado y sonriente de lo que podían esperar. El Real Madrid acababa de transitar por la semana más negra que recuerdan en las oficinas de Chamartín, pero Florentino Pérez ya tenía su as en la manga.
Ha informado Sergio Valentín sobre las llamadas que venían cruzándose el presidente blanco y Zinedine Zidane y, ahora, Libertad Digital está en disposición de contar la cena clave. El encuentro se produjo el pasado miércoles 6 de marzo, menos de 24 horas después de la debacle frente al Ajax y tras la intensa madrugada vivida por los protagonistas merengues en las entrañas del Bernabéu.
Florentino Pérez y Zinedine Zidane cenaron en un lugar escogido especialmente para evitar las miradas de los curiosos. El lugar se encuentra en el madrileño barrio de Chamartín aunque en esta ocasión el presidente blanco evitó acudir a su restaurante de referencia en la zona. Nada más arrancar la cena, los dos protagonistas llegaron al acuerdo de volver a unir sus fuerzas en torno al Real Madrid, pasaron por encima de su salida y se centraron en lo que debían hacer a partir de ahora. Zidane pidió carta blanca aunque será tutelado por el director general del Real Madrid. Las cuentas deben cuadrar y, para eso, hay que vender antes de comprar. Para terminar, y con el acuerdo casi zanjado, Zidane le pidió unos días al presidente blanco.
El técnico francés tenía asuntos personales que resolver (entre los que estaba el convencer a su mujer para volver a la élite) y pidió al dirigente esperar al lunes para confirmarle el sí que ya había dado en la cena. El presidente se marchó convencido de que había sido capaz de cerrar la enorme crisis abierta en menos de 24 horas. Florentino supo, sin necesidad de esperar al lunes, que Zidane se pondría al frente del equipo blanco. "Cuando te lo ofrecimos hace cinco días, demostraste tu compromiso hacia el Real Madrid", con esa frase presentó el presidente blanco a su nuevo entrenador en la sala de prensa del estadio Santiago Bernabéu.
Durante todos estos meses –y no es una cuestión menor–, el técnico francés ha agradecido el trato que el Real Madrid ha dispensado a los vástagos que le quedaban en la fábrica: Luca, Théo y Elyaz. Su marcha fue un borrón de egoísmo en su carrera pero ahora, y tras recibir ofertas de medio mundo, tratará de de devolver parte de lo que ha recogido por los blancos en estos meses.
En la mañana del lunes todo quedó claro: el sí definitivo del francés, la duración de su contrato y la promesa blanca para que Zidane negocie cara a cara con José Ángel Sánchez cuáles serán las líneas maestras de la reestructuración que acometerá el Real Madrid.