La decepción en el Real Madrid crece a medida que pasan los partidos. Otro Clásico, otra derrota. Y en este, nadie puede agarrarse al buen juego ni a las ocasiones falladas. Fue un Madrid voluntarioso. Y punto. Poco más. El otro día fue la falta de gol. Hoy, además de ello, problema que no se va a solucionar hasta verano con fichajes, hay que añadirle el mal encuentro en defensa. Esta vez el Barcelona sí encontró espacios para dominar y crear peligro. Los azulgrana han conseguido convertir en una rutina la victoria en el Bernabeu. "Nos levantamos, vamos, ganamos y nos volvemos a Barcelona". Es un día en la oficina. Son cuatro Clásicos seguidos con victoria visitante en el Bernabéu en Liga. Primera vez que un equipo lo consigue en toda la historia.
Te dicen que en una plantilla con Bale, Modric, Casemiro, Kroos, Marcelo, Benzema y toda la plana de estrellas del Real Madrid, los mejores en los Clásicos van a ser Reguilón, canterano que lleva un puñado de partidos den primera, y Vinicius, un jugador con ficha de juvenil, y nadie se lo cree. Pero esa es la realidad del Real Madrid. Mientras los múltiples candidatos al Balón de Oro no den el callo, es casi imposible que ganen en partidos de tanto nivel. Por si había alguna duda, otra Liga perdida. Esta vez un dos de marzo. Han mejorado algo y no se ha perdido en enero. 12 puntos más el gol average. Colorín, colorado, esta Liga no será del Madrid.
Esta vez no fue Luis Suárez. El killer del Barcelona fue Rakitic, autor del único tanto en la primera mitad tras una jugada en la que Sergio Ramos quedó retratado. Está sin tensión y su momento de despiste, fue lo suficiente para que el croata le cogiera la espalda y definiera por encima de Courtois. El partido de Ramos, salvo un par de cortes importantes, fue insuficiente. Cuando está mal, se le nota en despistes. No se puede entender de otra forma la agresión a Leo Messi al final de la primera parte. Pudo ser roja perfectamente.
El Barcelona dominó y tuvo las ocasiones más claras. El Madrid lo intentó más con el corazón que con la cabeza. Fue a impulsos. Sobre todo por la izquierda con Vinicius y Reguilón. No se les puede pedir mucho más a los dos. Falta alguien que culmine en el área. Otro Clásico en el que Benzema pasó desapercibido. Tuvo una ocasión en la que ni dio la pelota y encima era fuera de juego. Todo el peligro estaba en Vinicius pero, con sinceridad, a día de hoy, si va a una feria, se lleva el peluche gigante. Todos sus disparos van a parar al cuerpo de un rival.
A quien hay que pedirle más es al resto. Bale ha revindicado su traspaso. Kroos y Casemiro, que Schuster y Álvaro Benito sigan criticándoles, y Carvajal, que Odriozola tenga más oportunidades. El Barcelona no es que sea una maravilla pero al sólido engranaje defensivo, hay que añadirle un partido inspirado de Dembelé, Arthur, hasta que le aguantó la gasolina mejora al Barcelona por encima de Sergi Roberto, o Arturo Vidal, Rakitic, presente en todas las zonas del campo y del más importante, Leo Messi. El argentino es una auténtica locura. Da igual que tenga 4 o 5 futbolistas encima. Encuentra una salida. Da igual que la jugada no tenga futuro. Él encuentra el pase. La mejoría del Barcelona fue en gran medida a su partido. Le faltó el gol que rozó en un par de ocasiones. Una picada por encima de Courtois y un disparo en el último minuto del partido.
Y el primer cambio del Real Madrid, el que tiene que cambiar la tendencia, fue Fede Valverde. ¿En serio? Pues salió en lugar de Kroos y, hombre, hubo más energía y recorrido que con el alemán, pero tampoco cambió nada. Bale se marchó pitado en lugar de Asensio que tampoco cambió nada. Una simulación fue lo primero que a uno le viene a la cabeza en su media hora.
Ese desmedido corazón y voluntad del Madrid por ganar, algo que no se puede negar, se vio reflejado en un saque de esquina a favor. Tanto se fueron arriba que en el contraataque casi marca el Barcelona en dos ocasiones. Primero en el disparo y luego tras el rechace. Dos o tres minutos de posesión para que Dembele fallará ante Courtois cuando Suarez estaba en el segundo palo. El Madrid corría sin pensar. Para atacar o para robar la pelota. Y ante el Barcelona hay que hacerlo, casi siempre, de manera ordenada. Si no, pueden ser dos o cinco minutos detrás de la pelota.
Isco tuvo un cuarto de hora. Es noticia. Fue el tercer cambio. Salió por un decepcionante Casemiro. Tampoco hizo nada el malagueño. En realidad, salvo por algún arreón, no se intuía el empate del Madrid. Y uno tiende a pensar que si llega esa gran ocasión, no la van a meter porque no tienen jugadores con gol.
Sergio Ramos vio amarilla y tendrá una semana libre. Ni ante el Ajax ni ante el Valladolid. Y vamos a ver si estas dos derrotas ante el Barcelona no afectan al encuentro del martes. Pocos se jugarían su dinero a que el Madrid gane al Barcelona en una hipotética eliminatoria de Champions. Les tienen tomada la medida. La cuestión es saber si se jugarían ese dinero ante el Ajax en tres días y con 1 a 2 a favor.
Ficha técnica:
Real Madrid (0): Courtois; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Reguilón; Casemiro (Isco, m.75), Kroos (Valverde, m.56), Modric; Bale (Marco Asensio, m.61), Vinicius y Benzema.
Barcelona (1): Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Busquets (Semedo, m.91), Rakitic, Arthur (Vidal, m.71); Messi, Luis Suárez y Dembélé (Coutinho, m.78).
Gol: 0-1, m.26: Rakitic.
Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a Ramos (61), Asensio (82) y Carvajal (89), por el Real Madrid; y a Busquets (2) y Lenglet (63), por el Barcelona.
Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésima sexta jornada de la Liga disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 78.921 espectadores.