La sección de baloncesto del Real Madrid lleva varios años liderando un movimiento de futura escisión de la Asociación de Clubes. En la mesa de los equipos díscolos se sientan junto a los blancos algunos de los conjuntos más importantes del baloncesto español, lo que hace pensar que es muy posible que en los próximos años tengamos un escenario baloncestístico muy diferente al actual.
Las razones que arguyen los grandes del baloncesto para fraguar esa posible marcha están basadas en "una clara falta de respeto" (esta palabra será clave para entender lo que ocurre en la sección de fútbol). Entienden los disidentes que tras la puesta en marcha del nuevo sistema de competición de la Euroliga, no pueden seguir disputando la liga doméstica si no reciben apoyo básicamente en dos direcciones: calendarios a medida y reducción drástica del número de equipos para disputar menos partidos en España.
Para los que seguimos de cerca la actualidad del deporte de la canasta no fue una sorpresa la noticia que avanzamos en Tirando a Fallar el pasado domingo tras la desastrosa y caótica final de la Copa del Rey. Los blancos estaban esperando un momento así que cargue de razones al portazo que están a punto de dar. El Real Madrid no se siente respetado: ni por el estamento arbitral que nuevamente le escamotea un título, ni por la ACB que tardó casi 20 horas en actuar para terminar emitiendo un comunicado falto de palabras gruesas o acciones concretas.
Que el Barcelona merecía esta Copa por méritos deportivos lo entienden hasta los que no tienen ni idea de baloncesto, pero en este caso, y tras el primer error flagrante arbitral, nadie entendió lo que ocurrió en el segundo. Salvo que fuera un acto claro de prevaricación.
La más que posible salida del Real Madrid de la ACB abre una serie de puertas suficientemente explicadas por este y otros medios. En algunos casos se habla de la necesidad de formar parte de la ACB para poder disputar la Euroliga, pero la única realidad es que el Madrid va a poder afrontar su futuro decidiendo lo que le dé la gana. La Euroliga, como ente privado que organiza una competición supranacional europea, estará encantado de recibirle aunque el Madrid solo disputara en España el Trofeo Bernabéu. La guerra abierta entre la Euroliga y la ACB vuelve a perjudicar a la competición española.
¿Pero qué ocurrirá en la sección de fútbol?
A muchos no se les escapa que, probablemente, lo que está haciendo el presidente del Real Madrid con la división de baloncesto es simplemente un experimento para pulsar los ánimos entre los socios blancos. El Madrid, y ahora ya hablo exclusivamente de fútbol, lleva años amenazando con una competición europea al estilo de la Euroliga. Privada y sin cortapisas para participar en ella. La Champions League es una competición organizada por la UEFA, ente del que depende la RFEF; esto obliga a los equipos españoles a participar en LaLiga (concesionaria de la máxima competición del fútbol español) para poder disputar la Champions. Si la Liga de Campeones fuera una competición privada, el Madrid podría saltarse a LaLiga.
¿Por qué querría el Real Madrid no depender de LaLiga?
En los últimos tiempos son bastantes los argumentos que exponen desde la casa blanca pero muchos de ellos basados en la palabra de la que hablábamos al inicio de este texto: respeto. Los blancos se sienten ninguneados por la elaboración de calendarios que, según ellos, les perjudican "de forma evidente". Durante los últimos años, directivos blancos han hablado de "propaganda tecnológica" para referirse al uso "capcioso" de las repeticiones en los partidos del Real Madrid. Y el uso del VAR (aunque compartido con la RFEF) está desencadenando otra guerra por resultar falto de criterios realmente objetivos. El "todo Ok, José Luis" fue la gota que colmó el vaso blanco.
La guerra Tebas-Florentino se recrudece
Nunca han sido amigos, pero en los últimos tiempos se han declarado una guerra abierta alentada por ambos flancos. José Ángel Sánchez lidera las comunicaciones entre el club y la Liga mostrando continuamente el malestar blanco a un Tebas que responde sin tapujos ante los medios sosteniendo la verdad que expone LaLiga en cada una de sus decisiones.
El capítulo en el que nos encontramos se antoja interesante para los próximos tiempos aunque Pedro Sánchez no ha ayudado a acortar los plazos de esta batalla. La convocatoria precipitada de elecciones impide que, nuevamente, el Consejo Superior de Deportes pueda cerrar su proyecto de nueva Ley del Deporte. Los borradores de este anteproyecto ya estaban causando estragos en la relación entre el Madrid y LaLiga. Veremos qué ocurre en los próximos meses, pero el órdago lanzado por la sección de baloncesto podría tener un reflejo en la competición futbolística de nuestro país.