El Real Madrid ha cerrado su primer fichaje de este 2019. Se trata de Mohamed Mizzian, perla del Melilla de tan solo 18 años. El delantero acababa contrato con el club melillense al finalizar esta temporada, una oportunidad que han querido aprovechar en Concha Espina para hacerse con los servicios de un jugador que también estaba apuntado en la agenda del Barça.
Mizzian llega al Real Madrid cedido hasta el 30 de junio, aunque el conjunto merengue se guarda una opción de compra. Una operación ventajosa para un equipo que se ha especializado en las últimas temporadas en la 'caza del mirlo blanco'. Pablo Teixeira, William José, Abner, Rodrigo Rodrigues, Odegaard, Lucas Silva, Sergio Díaz, Federico Valverde, Dani Ceballos, Marco Asensio, Andriy Lunin, Jesús Vallejo, Odriozola, Vinicius, Rodrygo, Palacios, Brahim Díaz a la vuelta de la esquina y ahora Mohamed Mizzian. Todos ellos llevan el sello de Juni Calafat, el jefe de fútbol internacional y mano derecha del director general, José Ángel Sánchez.
Del ojo de Calafat y su equipo depende, en buena medida, el futuro del Real Madrid. Como ya ha apuntado en varias ocasiones Florentino Pérez, el conjunto merengue ha cambiado su manera de abordar el mercado. Ahora los linces blancos están ojo avizor para cazar a todo mirlo que apunte maneras. Si sale bien tendrás una estrella a precio de ganga, si sale mal, en muchos casos, no perderá dinero y en otros, podrá recuperar lo invertido mediante un traspaso.
Una política, la de explorar el mundo entero en busca del talento del futuro, que además de adecuada, es necesaria. El mercado ha cambiado. La entrada de jeques y propietarios multimillonarios hace que el Madrid no pueda, en muchas ocasiones, competir de igual a igual con equipos como el City o el PSG que tienen a Abu Dabi o Qatar detrás. Ahora el objetivo es anticiparse al próximo crack que el día de mañana valga 200 millones en el mercado y no tener que ir a buscarlo fuera. La caza del mirlo blanco está de moda en el Bernabéu.