Seco. Sin una sola gota de gasolina en el depósito. Así se ha quedado el Atlético de Madrid tras ganar al Espanyol por 1-0 en el último partido de un año que debe entrar y entrará en la historia del club madrileño. El Wanda Metropolitano celebró como si de la Europa League o de la Supercopa de Europa se tratase la victoria ante el cuadro perico porque su equipo, que volvió a jugar un partido muy gris, se dejó la vida para llegar al final de 2018 con dos títulos en el bolsillo y tres a los que aspirar en 2019.
Desde hoy día 22 hasta el 6 de enero en que el Atlético jugará en Sevilla, el equipo de Simeone dispondrá de dos semanas que le deberían permitir recuperar todo el aire que ha perdido este año. No sólo durante lo que va de temporada sino en lo que va desde enero hasta diciembre. Mental y físicamente, el Mundial, la Supercopa y toda la temporada pasada han pasado factura a una plantilla de 20 hombres que casi ha alcanzado las 30 lesiones desde el 15 de agosto en Tallin.
Ante el Espanyol, los rojiblancos corrieron con el corazón más que con las piernas y alguien que sabe bien cómo es jugar así, es decir, hasta el último aliento, les vigilaba desde la grada. El mejor homenaje al excapitán Gabi llegó con un 1-0 que no fue brillante, pero sí fue igual de peleado y sudado que los que conseguía en su día el '14'. Victoria, homenaje y el parón más esperado y deseado de los últimos años.
El Espanyol perdonó
Primera parte entretenida en el Wanda Metropolitano que dejó a los dos equipos con la misma cara de insatisfacción. El Espanyol jugó muy bien al fútbol y pese a llegar con cinco derrotas consecutivas al Wanda Metropolitano, el equipo de Rubi se gustó y gustó. El problema es que no marcaron las dos oportunidades claras que tuvieron y jamás creyeron en sacar de verdad tres puntos de la capital de España. El Atlético, por su parte, fue de más a menos y tampoco tuvo acierto de cara a puerta, sin embargo, las sensaciones locales fueron peores que las visitantes.
Al Atlético le cuesta un mundo ser consistente durante los partidos. Alterna minutos de gran calidad con otros en los que vive siempre de lo que hace su rival y en esos momentos en los que vive de las rentas o defiende bien o se encomienda a Oblak. Ante el Espanyol, el esloveno salvó el 0-1 en dos ocasiones deteniendo una buena vaselina de Borja Iglesias y un primer disparo de Baptistao que a su vez mandó el segundo intento al palo. Simeone empezó a resoplar a partir de esas dos acciones. Toca sufrir otra vez.
El partido estaba siendo dominado por el Espanyol, pero el Atlético tiene en su plantilla a uno de los tres mejores jugadores del mundo. Muchas veces parece que va andando, otras lo hace y en el resto acelera lo justo para junto con él aumentar de 0 a 100 la velocidad de su equipo. Griezmann mejoró mucho en participación y asociación en la recta final de la primera parte y con esos pequeños destellos, la afición del Metropolitano entonó los primeros "uy" de la tarde ante las dos ocasiones que generó el galo y desbarató Diego López. En la segunda parte, el '7' no perdonaría en la única que tuvo y cerró otra victoria igual que hizo en Valladolid. Seis de seis gracias a él.
Oasis en forma de penalti
Con el Atlético ya en la pequeña reserva que se llena antes de cada partido y que lleva semanas al borde del colapso pasada la hora de partido, el Espanyol tuvo la oportunidad de llevarse un buen resultado del Metropolitano si hacía una segunda parte parecida a la primera.
Rubi vio opciones de ganar en Madrid, pero inexplicablemente el equipo catalán dio un paso atrás, no terminó de creérselo y cuando al Atlético le tientas a creer más que tú, el equipo del Cholo te gana. Así fue. Nada más comenzar la segunda parte, penalti tonto de Granero sobre Koke, gol de Griezmann y batalla de resistencia durante más de media hora.
Simeone buscó revitalizar a su equipo con cada uno de los cambios que realizó e incluso fue variando el sistema para buscar el 2-0 a la contra o como mínimo no perder la renta conseguida. Al Cholo le da igual si el petróleo que saca de los 1-0 brilla o no, porque él necesitaba tres puntos para pasar unas navidades en lo más alto de la tabla y peleando con Barcelona y Sevilla. Vitolo, Montero y Martins se unieron a la causa al saltar al terreno de juego y de nada sirvió la gran capacidad de creación de hombres como Granero o Darder. El Espanyol nunca se atrevió a morder y el Atlético con un bocado se comió el pastel.
Los rojiblancos pasarán unas felices navidades a expensas de lo que ocurra con Lucas. De momento, y a falta de saber el futuro del francés, Simeone ya ha pedido un "lleno, por favor" en la gasolinera.
Ficha técnica
Atlético de Madrid, 1: Oblak; Arias, Savic, Godín, Saúl; Correa (Montero, m.71), Rodrigo, Thomas (Gelson Martins, m.77), Koke; Griezmann y Kalinic (Vitolo, m.65)
RCD Espanyol, 0:Diego López; Rosales, David López, Naldo (Melendo, m.71), Dídac (Pedrosa, m.82); Granero, Duarte, Darder; Leo Baptistao, Sergio García (Piatti, m.70) y Borja Iglesias
Gol: 1-0, m.56: Griezmann, de penalti
Árbitro:Melero López (Comité Andaluz). Amonestó al visitante Granero (m.89)
Incidencias:Partido de la decimoséptima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 58.069 espectadores