Santiago Arias y Nicola Kalinic han sido los últimos en llegar al nuevo proyecto de Diego Pablo Simeone y también han sido presentados de forma postrera tras la puesta en escena de otras incorporaciones previas como Rodrigo, Adán, Lemar y Gelson Martins. Juntos conforman el sextete de jugadores que deben hacer al Atlético de Madrid aspirante a todo esta temporada.
El acto de presentación de Arias y Kalinic se dividió en dos partes. Primero fue turno para el lateral diestro colombiano, mejor jugador la temporada pasada en la liga holandesa con el PSV e internacional con el combinado cafetero. El ‘4’ dejó claro desde el primer momento que tiene muy interiorizado el discurso de su nuevo entrenador.
"Estoy feliz, orgulloso y muy contento. Sé a lo que vengo y sé lo que quiero. Voy a triunfar en este gran equipo. No va ser fácil para mí porque voy a pelear con un jugador experimentado e importante para el equipo como es Juanfran. Mi principal objetivo es ir partido a partido", comentó Arias.
Santiago, que tiene más fama de lateral ofensivo que defensivo, también quiso dejar patente que puede dominar a la perfección ambas facetas: "Puedo ser un jugador muy ofensivo, pero también defensivo. En Holanda se ataca mucho y se ha visto más esa fortaleza, pero en Colombia me ha tocado ser un poco más defensivo y lo he sido".
Tras Arias llegó el turno de Kalinic. El croata fue cuestionado por su sonada salida del Mundial cuando el seleccionador de su país decidió mandar a su delantero a casa por, supuestamente, negarse a jugar los últimos cinco minutos del primer partido. Él alegó problemas de espalda en su momento aunque en su presentación no quiso ser reiterativo con el tema.
"Simeone no me ha preguntado por eso. El seleccionador no quiso contar conmigo y lo acepté. No quise la medalla porque no me sentí partícipe de lo hecho en el Mundial", sentenció Kalinic antes de dejar claro que competirá "por un puesto en la delantera aportando el máximo".
El Atlético ya ha cerrado el capítulo de entradas y salidas salvo noticia inesperada y ya sólo piensa en ganar su tercera Supercopa de Europa el miércoles en Tallín.