Rodrygo explicó en O Estado de Sao Paulo que con su fichaje por el Real Madrid ya ha cumplido una de sus metas, aunque es más ambicioso: "Ya he conseguido una de las metas de mi carrera, que es ser contratado por un gran club de Europa. Ahora mi objetivo es llegar a la selección absoluta y un día ser elegido como el mejor jugador del mundo".
El de Osasco, que recientemente cambió el 43 para ponerse el 9 a la espalda, sabe que aún tiene que progresar mucho en la temporada que le queda en el Santos: "La gente se imagina cómo va a ser allí, pero me queda un año más en el Santos. Tengo que estar 100% centrado aquí. Espero las mejores cosas para mí en el Real Madrid" añadió el jugador de tan solo 17 años.
Pese a los 45 millones de euros que el Real Madrid ha pagado por él, el jugador no se pone presión. Tiene los pies en el suelo y quiere evitar las comparaciones con jugadores que, como él, salieron del Santos destino a un grande de Europa. "No quiero ser el nuevo Neymar o el nuevo Robinho. Soy Rodrygo".