Era un secreto a voces y en la tarde de este sábado se ha hecho oficial. Juan Carlos Unzué, apodado el Monaguillo en Vigo, no seguirá en el Celta la próxima temporada.
El entrenador navarro, que antes de la del conjunto olívico solo había tenido una experiencia como primer entrenador en el Numancia de Soria en Segunda División, ha demostrado que le falta carácter y capacidad de liderazgo para ser el encargado de llevar las riendas desde el banquillo.
En Vigo no ha sido capaz de hacer funcionar a un equipo con mimbres suficientes para cotas mayores: una delantera con Iago Aspas y Maxi Gómez, entre ambos han anotado 50 goles esta temporada, con jugadores desequilibrantes como Emre Mor, Pione Sisto, un mediocentro que ha sido una de las sorpresas de la liga, Stanislav Lobotka, apodado el 'Mini Modric', un todoterreno como Daniel Wass o dos laterales de categoría como Jonny y Hugo Mallo, a pesar de brillar muchos de ellos individualmente, Unzué no ha conseguido que funcione el colectivo y el equipo terminará por debajo de los diez primeros.
Unzué, que recogió el enorme legado que dejó el Toto Berizzo, ha terminado por deprimir a equipo y afición. Y es que una cosa es la teoría y otra saber transmitir unas ideas y un estilo para dotar a tu equipo una identidad, un estilo propio. El Celta, que pasó de ser un equipo vertiginoso y tremendamente vertical a un conjunto anodino y muy previsible en solo una temporada, ya busca sustituto.
Suenan Ricardo Gareca –seleccionador de Perú–, Jorge Almirón –el argentino estuvo cerca de ir a la Unión Deportiva Las Palmas en el pasado mercado de invierno y actualmente entrena al Atlético Nacional colombiano– Óscar García –ex del Barcelona que ha entrenado, entre otros, al Olympiakos, al Maccabi Tel Aviv, al Saint Etienne, Red Bull Salzburgo y Wartford– y Asier Garitano no seguirá en el CD Leganés.
Unzué ha demostrado que como escudero puede tener muchas virtudes, pero en Vigo ha dejado claro que no está hecho para ser un primer espada.