Oblak frustra al Madrid en un derbi vibrante y polémico (1-1)
Fue el derbi de siempre pero sin tensión: el Madrid proponiendo y el Atlético esperando. Marcó Cristiano y empató Griezmann. Exhibición de Oblak.
Fue una pachanga. Eso sí, una pachanga divertida. El derbi entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, sin ningún aliciente al margen del honor de imponerse ante los vecinos, no tuvo tensión alguna más allá de la que intentaba transmitir un efusivo Simeone desde la banda. Hubo muchos detalles que evidenciaron que el resultado tampoco importaba demasiado. Las sustituciones de Diego Costa o Cristiano, este último a la hora de encuentro, o que Zidane agotara los cambios a falta de veinte minutos para el final. Hubo entrega, voluntad y esfuerzo. No reservaron energías pese a que, ahora mismo, importa más Europa que la Liga.
Y pese a que el encuentro tuvo bastantes alternativas, sí hubo un equipo que mereció más y ése fue el Real Madrid. Se volcó siempre sobre el área rival, sin especular. Sólo se relajaron cinco minutos, tras el tanto de Cristiano. Y les costó caro porque el Atlético aprovechó al máximo ese momento de superioridad para empatar con el gol de Griezmann. Si el Real Madrid no venció fue sobre todo por Oblak, el mejor jugador del partido. El portero tuvo hasta cinco intervenciones de mérito. La situación en la clasificación era propicia para ver otra versión del Atlético. Una en la que no fuese ese equipo tan defensivo y encorsetado como acostumbra a ser cada vez que pisa el Bernabéu. Era el contexto ideal para soltarse el pelo y agradar a todos con un partido más divertido. Pero ni mucho menos fue así. El encuentro, con menos ritmo de los habituales, fue otra copia más de los últimos derbis, con dos estilos opuestos y bien diferenciados. El Real Madrid propone mientras el Atlético espera su oportunidad.
Keylor y Oblak. Griezmann y Cristiano. Cuatro nombres propios fueron protagonistas de este derbi. Los porteros, decisivos. Más el esloveno pero sólo porque tuvo más trabajo. Es complicado hacerle una ocasión al Atlético. Es hasta difícil armar un disparo ante las constantes ayudas en defensa, pero encima luego hay que superar a Oblak. Paró goles cantados a Cristiano, Varane, Lucas o Sergio Ramos en un libre directo en el descuento. Ya había desquiciado a todos. Y si no estaba Oblak, estaban sus amigos, el travesaño y los postes, con los que se toparon Asensio y Marcelo. El trabajo de Keylor es distinto. Participa cada 20 o 25 minutos, con la dificultad de no estar activo, y resuelve de igual manera. Así sacó, por ejemplo, una gran mano en un mano a mano ante Diego Costa. Griezmann y Cristiano, que llegaban en un excelente momento de forma, confirmaron que van a más. Como los equipos, cada uno con su estilo. El portugués, en modo Turín, como diciendo: "Enviadme centros que yo los remato". Así abrió la lata con el 1-0 tras un excelso centro de Bale desde la izquierda.
Griezmann es el gol del Atlético, pero también es la clarividencia. Su valor es inmenso. Cuando toca la pelota la jugada siempre mejora. Cuando está cerca del área rival, siempre hay peligro. Es un jugador extremadamente inteligente en todas las zonas del juego. El empate fue suyo porque primero se saca un pase a Vitolo entre las piernas de un rival y, segundo, porque es más listo que el resto y acompaña la jugada ante el posible rechace. Y así fue.
Falta otro factor para explicar por qué el Real Madrid no se llevó la victoria. El árbitro, Estrada Fernández, no señaló un penalti claro sobre Lucas en un codazo de Godín y otro de Juanfran sobre Kroos. Este último, si bien es cierto que es más complicado de ver, porque los dos jugadores llegan casi a la vez a la disputa de un balón dividido. El colegiado catalán tampoco tuvo la ayuda de su linier, que pitó un fuera de juego inexistente cuando Vitolo, que partía desde su propio campo, se plantaba en un mano a mano ante Keylor Navas.
Con el empate en el marcador, los entrenadores empezaron a mover el banquillo. Cristiano dejó su sitio a Benzema. Un cambio pactado, claramente. Asensio, menos brillante que en otras ocasiones, y Kovacic se fueron y entraron en sus lugares Isco y Modric. En el Atlético, Diego Costa, Vitolo y Thomas se marcharon para que entraran Correa, Gabi y Gameiro. El carrusel de cambios no varió el partido. Si acaso metió más atrás al Atlético, que sólo dispuso de una ocasión después de un precioso control y pase de Griezmann al que Correa no consiguió llegar. Tampoco importaba demasiado. La Liga es del Barcelona. Todos, entrenadores, jugadores y hasta aficiones, pensaban, en mayor o en menor medida, en la Juventus de Turín o el Sporting de Portugal.
Ficha técnica
Real Madrid, 1: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Kroos, Kovacic (Modric, m.72), Lucas Vázquez, Marco Asensio (Isco, m.72); Bale y Cristiano Ronaldo (Benzema, m.64)
Atlético de Madrid, 1: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Lucas; Saúl, Thomas (Gameiro, m.82), Vitolo (Correa, m.61), Koke; Griezmann y Diego Costa (Gabi, m.71)
Goles: 1-0, m.53: Cristiano Ronaldo; 1-1, m.57: Griezmann
Árbitro: Estrada Fernández (Comité catalán). Mostró tarjeta amarilla a Kroos (m.14) y Lucas Vázquez (m.88), del Real Madrid; y a Vitolo (m.17), Thomas (m.33) y Lucas Hernández (m.89), del Atlético
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de LaLiga Santander 2017/18 disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 78.769 espectadores
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