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Liga

Paseo ante Las Palmas de un Real Madrid con la mente puesta en la Juventus (0-3)

Pese a las rotaciones de Zidane, los blancos no encontraron oposición alguna en un equipo descompuesto.

Pese a las rotaciones de Zidane, los blancos no encontraron oposición alguna en un equipo descompuesto.
Lucas Vázquez (izquierda), y Gareth Bale, los mejores del Madrid en Las Palmas | EFE

Que al Real Madrid le quedan muy pocas ambiciones que cumplir en esta Liga es un hecho que volvió a quedar contrastado con la apuesta ante Las Palmas de Zinedine Zidane, mucho más pendiente del futuro inmediato ante la Juventus en la Champions League, que de la escuadra de Paco Jémez. Con el título liguero perdido, y la clasificación para la próxima Liga de Campeones también atada, el galo armó en Gran Canaria un equipo sin Cristiano Ronaldo, Kroos y Marcelo por decisión propia, que se sumaron a Ramos, Isco y Carvajal por problemas físicos o sanción. Y claro, lo que en otras circunstancias podría suponer poco menos que un drama, ante la manifiesta debilidad de un equipo que apunta casi inexorablemente a segunda y del que su propio entrenador declaró a principios de la semana que nunca había entrenado a un equipo que jugara peor, fue poco menos que un mal muy menor. Tener un banquillo de circunstancias, donde Borja Mayoral y Kovacic eran los principales argumentos, tampoco preocupó demasiado, y con razón, a Zidane.

Con la vecchia signora en el horizonte, lo de Las Palmas, casi sin importar el resultado, pintaba a trámite. Y así fue. Al Madrid le bastó con ordenarse bien atrás, presionar arriba durante apenas media hora y, conocedor de que Paco Jémez tiraría muy adelantado el fuera de juego, buscarle las cosquillas a los centrales locales, blandos como auténticos flanes por momentos, con Gareth Bale. Los canarios, sí, fueron impetuosos de inicio, pero apenas pisaron el área de Keylor Navas en los 90 minutos, llevando su mayor peligro en la primera parte con chuts lejanos de Calleri y Halilovic. Mientras, Zidane, imperturbable como habitualmente , mantuvo su plan. Ante la fragilidad local en la retaguardia, lo que tardaría en llegar el gol era casi lo único que estaba en cuestión.

Efectivamente, Las Palmas poco a poco fue deshilachándose en manos de un rival enormemente superior. Justo tras perdonar Asensio ante el cancerbero amarillo, fue Luka Modric el que decidió que con casi media hora de cierta incertidumbre había sido suficiente. El de Zaton Obrovacki, que ya había puesto la escuadra y el cartabón en un pase previo a su viejo socio galés, volvió a encontrar a Gareth Bale a toda velocidad a los 27 minutos. El zurdo de Cardiff encaró a Chichizola y, pese a andar algo escorado, le recordó a Zidane que está disponible para retos superiores al insular, resolviendo con una potencia y maestría dignas de un finalizador de elite. Ante un oponente tan naif, casi no había dudas sobre el triunfo blanco hasta ese momento, pero el tanto de Bale cerró toda indecisión sobre el mismo.

Por si acaso, y toda vez que esta Unión Deportiva es uno de esos equipos desconcertantes en los que los jugadores se meten en tareas que no les corresponden, poco después del 0-1, Calleri cometió un penalti tan evidente como ridículo, al golpear por detrás a Lucas Vázquez en una jugada sin peligro. Benzema, que más tarde desesperaría a los aficionados blancos por su inoperancia ante el arco rival, marcó el penalti con enorme certidumbre, pese a la buena estirada de arquero insular.

El paso por vestuarios sólo sirvió para que Jémez, apretado por la necesidad, expusiera aún más a los suyos en la búsqueda de un imposible. La entrada de Jairo y Erik Expósito por Vicente Gómez y Míchel Macedo, más los permanentes riesgos tomados por la zaga amarilla, abocaron a Las Palmas a una sucesión de contraataques del Madrid, que si no acabó en una goleada de escándalo fue por el desacierto de Benzema en varias ocasiones evidentes. Sí atinó Bale, en otro penalti claro señalado por el asturiano González Fuertes, en lo que supuso el decimoprimer tanto del británico en veinte partidos disputados este año. Cifras poderosas menguadas por una fragilidad física que nunca dejará al aficionado dejarse de preguntar eso de "¿qué habría pasado si...?".

Superado el cuarto de hora de la segunda parte, Zidane sentó a Modric y Casemiro, dando entrada a Kovacic y Llorente. Dos cambios claramente centrados en el objetivo europeo y favorecidos por un marcador resuelto, pero que este cronista opina que se habrían producido exactamente igual cualquiera que fuera el resultado. Porque al Madrid lo de Las Palmas le daba prácticamente igual. Eso sí, a partir de ese momento, sin el prodigioso cerebro de Modric inventando, el fútbol resultó más aburrido. Por más que Lucas Vázquez tomara galones y llevara casi todo el peligro blanco, y que sólo la pésima racha de Karim Benzema ante el gol se materializara en una mayor victoria merengue.

Ficha técnica:

UD Las Palmas (0): Chichizola: Míchel Macedo (Jairo, min. 46), Gálvez, Ximo Navarro, Aguirregaray; Javi Castellano; Halilovic, Aquilani, Vicente Gómez (Erik Expósito, min. 46), Momo (Ezekiel, min. 85); y Calleri.

Real Madrid (3): Keylor Navas; Nacho (Achraf, min. 29), Varane, Vallejo, Theo; Lucas Vázquez, Casemiro (Marcos Llorente, min. 61), Modric (Kovacic, min. 61), Bale; Asensio y Benzema.

Goles: 0-1, min. 27: Bale. 0-2, min. 39: Benzema, de penalti. 0-3, min. 51: Bale, de penalti.

Árbitro: Pablo González Fuertes (Comité Asturiano). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Momo (min. 35), Gálvez (min. 45+3) y Ximo Navarro (min. 51).

Incidencias: partido de la trigésima jornada de LaLiga Santander disputado este sábado en el Estadio de Gran Canaria ante 22.942 espectadores, según informó el club local. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Luis Hernández Ortega, exjugador de la UD Las Palmas entre 1973 y 1976.

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