Cristiano no se esconde y lidera la victoria del Real Madrid en Éibar (1-2)
Dos goles de Cristiano salvan a un Real Madrid que no hizo un gran partido pero que pudo golear. Isco desaprovecha otra oportunidad.
Dos errores en la salida de balón, de Arbilla y Pedro León, hundieron el notable partido del Éibar, al que le pasó exactamente lo mismo que ante Atlético de Madrid o Barcelona. Ante los azulgrana, fue Leo Messi quien destrozó un encuentro que merecía un resultado diferente. Ante el Real Madrid, fue Cristiano Ronaldo. Para eso son los dos jugadores más determinantes de la Liga. Como diría Simeone, si Cristiano jugara en el Éibar, sería un 2-1 y no un 1-2.
Se perdió las primeras jornadas de Liga por sanción. No comenzó bien la temporada pero la remontada de Cristiano es asombrosa. Otro año en el que el portugués habrá callado muchas bocas. Con su doblete, ya ha adelantado a Leo Messi con 33 goles por los 32 del argentino, que ha disputado siete partidos más. Cristiano depende de sus compañeros para marcar goles y marcar la diferencia, pero es que no necesita demasiado de los demás. Con poco del resto, ya es determinante. Como reconoció Zidane, Cristiano se ha regulado para llegar bien a esta altura de la temporada, donde se deciden los títulos. La cuestión es que, como la Liga no es una opción real y en la Copa ya están eliminados, Cristiano sólo será decisivo en Champions League y, posiblemente, en el Mundial con su selección. Hasta entonces, gracias a sus goles, el Madrid evitará desastres como el sucedido hace una semana en Cornellá, donde el crack de Madeira ni siquiera estuvo convocado.
Y es que el partido de los blancos no fue muy distinto al que disputó ante el Espanyol, sobre todo en la primera mitad. El Madrid, ni mucho menos, salió con la misma intensidad y concentración que en París. A los dos minutos Inui falló un gol cantado al no golpear una pelota en el área pequeña cuando estaba solo. Sergio Ramos y Marcelo comenzaron el partido como si estuvieran en Valdebebas. Tacón por aquí, pase sin tensión por allá... Y el Eibar, como siempre, con presión arriba y defensa adelantada.
Con este panorama, el Madrid sólo tuvo un recurso: el balón directo. Buscaron excesivamente, con el pelotazo, a Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. No había otra alternativa porque tampoco estaban finos los que tenían que enlazar. Especialmente Isco. Es evidente que algo le pasa. No está. No está cuando mejor están sus compañeros. Zidane le sigue dando oportunidades y él sigue desaprovechándolas. Apenas participó. Su aportación fue testimonial. Da la impresión que hoy jugó sólo porque le tocaba porque, por otra parte, el escenario de Ipurúa y esta clase de partidos, no le venía bien. Ni mucho menos es una excusa porque Luka Modric, de similares características, si consiguió, con chispazos, ser determinante. El croata dejó un gesto descomunal en el 0-1. Tras el error de Arbilla en la salida de la jugada, filtró un pase a Cristiano con el exterior que le dejó solo ante Dmitrovic. El balón que le dio el croata al portugués fue extraordinario, pero el control de pecho del delantero tampoco es banal.
El portero del Éibar no pudo hacer nada en el primer tanto, pero hizo más de lo normal en el resto de jugadas en las que se Cristiano le retó a un duelo. Dmitrovic sacó dos grandes manos a sendos disparos del portugués. Un zurdazo envenenado y un disparo a contrapié a pase de Gareth Bale.
Tras el descanso, el Madrid volvió a la errónea senda inicial. Hasta el empate de Ramis en un saque de esquina en el que falla Sergio Ramos. Con el empate, el Real Madrid, a diferencia de otras jornadas, sí peleó por la victoria. Zidane quitó a Kroos e Isco para meter en el campo a Lucas y Benzema. Hizo los tres cambios porque tuvo que sustituir a Varane por Nacho cuando el francés se dio un golpe en la cabeza con Kike García. Los cambios le sentaron bien al Madrid. Más que los cambios, el cambio de sistema. Bale pasó a jugar en banda izquierda, Lucas en la derecha y, como en París, Casemiro sólo tenía un acompañante en el centro del campo.
La anécdota del partido la protagonizó Sergio Ramos, que en la recta final del choque tuvo que ausentarse durante un momento, cuando Zidane ya había agotado los tres cambios, para satisfacer necesidades fisiológicas, por lo que el Madrid jugó con diez durante unos cinco minutos. Como explicaba el técnico francés en sala de prensa, el sevillano "se cagó un poco, tuvo que ir al baño un momento".
Y llegó el tanto de la victoria. A seis minutos del final. Un centro perfecto de Carvajal que remata Cristiano de cabeza a bocajarro. En este caso no fue Arbilla, sino Pedro León, quien falló con un pase en campo propio. Fue eso y una buena presión de Carvajal. No fue un gran encuentro del Real Madrid pero sí demostraron otras características importantes como la garra, intensidad, sacrificio y deseo por sumar tres puntos, algo que se les ha echado en cara en anteriores tropiezos.
Ficha técnica
SD Eibar, 1: Dmitrovic; Capa, Arbilla, Ramis (Oliveira, m.65), Cote; Dani García, Escalante (Diop, m.83), Pedro León, Jordán, Inui (Charles, m.87); y Kike García
Real Madrid, 2: Keylor Navas; Carvajal, Varane (Nacho, m.27), Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos (Lucas Vázquez, m.70), Modric, Isco (Benzema, m.70); Cristiano Ronaldo y Bale
Goles: 0-1, m.33: Cristiano Ronaldo; 1-1, m.50, Ramis; 1-2, m.84: Cristiano Ronaldo
Árbitro: Munuera Montero (Comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Bale (m.30), del Real Madrid; y a Ramis (m.45), del Eibar
Incidencias: Partido de la vigésima octava jornada de LaLiga Santander 2017/18 disputado ante 6.707 espectadores en el estadio de Ipurúa
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