Nada. Nada de nada. No hizo nada el Real Madrid en un partido eternamente largo y aburrido. Se veía que no era el día a los cinco minutos de partido. Y es probable que esto vuelva a suceder en más ocasiones en las doce incómodas jornadas que faltan para el final de la Liga. Sin que peligre ya la cuarta posición que da acceso a la Champions League, ¿qué motivación tienen los jugadores del Real Madrid? Sí, ya. Defender el escudo y bla, bla... ¿Qué auténtica motivación tienen? Ninguna. En el Bernabéu, agradar a su público. En Sevilla, ante el Betis, ante un equipo alegre y con buena temperatura, pues sí es un día que apetece. Ante el Espanyol, equipo rocoso, en Cornellá, con frio y lluvia, pues ya no apetece tanto. Y no le den más vueltas. Hoy, al Real Madrid, no le ha apetecido, que es bien distinto a que no han podido.
Volvió la peor versión del Madrid. La derrota, con un gol de Gerard Moreno en el descuento, es merecida. El Espanyol, sin arrollar con su juego, tuvo más y mejores ocasiones. Y es curioso, el equipo de Quique Sánchez Flores, que andaba quinto por la cola hasta este partido, no está dejando una buena imagen esta temporada pero se crece ante los grandes. Empató con el Barcelona y ha ganado a Atlético y Real Madrid. Es un equipo de grandes citas. Como lo es el Madrid que a buen seguro dará una imagen totalmente distinta ante el París Saint-Germain el próximo martes. Y esto es lo que más fastidiará a su afición, que esta temporada sólo se esfuercen en 10 o 12 partidos. Sueldos muy elevados para tan pocos encuentros. Podrá clasificarse o no, en Champions, pero no hay duda que la actuación de todos los jugadores será mejor.
El mensaje que transmitió Zidane con la alineación ya era el de que les importa más la Champions que la Liga. Ya mermados al tener a Cristiano en Madrid, el técnico apostó por Nacho y Archaf en los laterales. En la izquierda, defensa pero escasa profundidad. En la derecha, nada. El marroquí lo intenta pero lleva 12 partidos con el Madrid y no ha dejado ninguna acción positiva en la retina. Es posible que no tenga nivel de Primera División. Lo primero que tiene que hacer es ponerse a entrenar los centros laterales, tarea algo esencial si quieres ser lateral. Más que nada porque de cada diez que pone, ocho van al cuerpo del rival, uno a las manos del portero y otro que es fácil de despejar para los defensas. El otro movimiento extraño de Zidane estuvo en la delantera. Benzema y Theo están firmando una temporada horrible, aunque ambos destacaron ante el Alavés. Pues no les dio continuidad y en el caso del francés, para que jugara Bale de delantero. No es su posición. No sabe cómo ni adónde tiene que moverse. Está perdido. Si encima no atraviesa un buen momento, pues pasa lo que pasa, que los compañeros son incapaces de conectar con él salvo con un pase en largo, que es el único tipo de desmarque que realiza Bale.
Y luego está Isco. Ha escogido el camino equivocado. Alguien tiene que decirle que el balón se pasa antes, que no hace falta sobar la pelota tanto. A Isco le sobran, casi siempre, uno, dos o tres toques. Ralentiza demasiado. Sus compañeros hacen desmarques que se van al limbo o permite que los jugadores del Espanyol se posicionen o replieguen. Su partido fue desastroso, como el de casi todos, pero es que en su caso no estuvo acertado ni en la carrera al vestuario cuando Zidane le eligió como primer sustituido. Se marchó andando.
El Madrid salió a dominar. Y lo consiguió. Tenían más la pelota que el Espanyol porque por supuesto, tienen más calidad. Pero sin actitud, sin laterales ofensivos, sin un delantero y con Asensio y Lucas menos inspirado, es muy difícil. Fue actitud pero también falta de fútbol. En la primera parte, salvo un cabezazo de Bale a los seis minutos, ninguna ocasión. El ritmo era soporífero, perfecto para el Espanyol y para ello también colaboraba Marcos Llorente que no administró bien el primer pase del Madrid. De la primera parte, sólo destaca el gol mal anulado a Gerard Moreno por fuera de juego y un mano a mano que falla el delantero ante Keylor Navas tras un error de Varane en la salida de la pelota.
La segunda parte fue incluso peor. Peor por parte del Real Madrid y para los espectadores que no vieron nada emocionante salvo en los últimos minutos cuando Asensio sacó algo de magia en un pase de la muerte en la que ningún jugador del Madrid entró con ganas al remate y con las dos acciones de Gerard Moreno. Un disparo que se marchó por poco cuando buscaba la escuadra y el tanto en el minuto 92. Un centro de Sergio Garcia que remató el delantero con la derecha. Un partido que empezó mal, continuó mal, tiene que terminar mal. Ni Benzema, Ceballos ni Mayoral cambiaron nada desde el banquillo. Por supuesto, Borja poco podía hacer porque salió en el minuto 88. Esta Liga, salvo un par de rachas, está siendo una tortura para el Real Madrid. Todo se apuesta a la Champions. Se han jugado la temporada a ganar un título que lo más normal es no ganarlo, y todo lo que no sea ganarla, será un fracaso.
Ficha técnica
RCD Espanyol, 1: Diego López; Marc Navarro, David López, Duarte, Aarón; Darder, Víctor Sánchez (Granero, m.69), Carlos Sánchez, Piatti (Baptistao, m.79); Sergio García y Gerard Moreno
Real Madrid, 0: Keylor Navas; Achraf, Varane, Sergio Ramos, Nacho; Llorente, Kovacic, Isco (Benzema, m.69); Lucas Vázquez, Marco Asensio y Bale (Ceballos, m.81)
Gol: 1-0, m.93: Gerard Moreno
Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité murciano). Mostró tarjeta amarilla a Bale (m.38), del Real Madrid; y a Aarón (m.81), del Espanyol
Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimosexta jornada de LaLiga Santander disputado en el RCDE Stadium ante 19.805 espectadores