Muchas veces se ha catalogado a los jugadores del Atlético de Madrid como los guerreros de Simeone y por todos es sabido que los grandes soldados necesitan de victorias complicadas para sentirse importantes y, si es posible, que las mismas lleguen en territorio propio. Los tres puntos ante el Valencia saben a gloria en el Metropolitano porque esta temporada las gestas están, de momento, brillando por su ausencia.
Sólo ante Sevilla en Liga, Roma y Valencia, el Atlético de Madrid ha firmado victorias que saben aún mejor por el tortuoso camino hacia ellas y, como no, por la entidad de los rivales. Chelsea, Barcelona, Real Madrid, Villarreal y Sevilla en Copa dejaron a Simeone y compañía sin nada que celebrar y esa ausencia de satisfacciones caseras en contiendas complicadas restaban confianza al grupo. Faltaban triunfos de empaque, no de resultado.
Ganar al Valencia de Marcelino en un duelo de pizarras no sólo supone para el Atlético un golpe al segundo puesto. Es algo más. Es ganar al rival más directo en estos momentos y además con un encuentro serio made in Cholo. Al Valencia le sobró el gol decisivo de Correa y le faltó mordiente para aspirar en algún momento a la victoria. Ni siquiera las lesiones de Savic y Godín que condicionaron la táctica rojiblanca en la segunda parte dieron alas al equipo ché que se queda a nueve puntos del Atlético. No se atrevió el Valencia y esta vez los locales decantaron la balanza dando un paso más que el visitante. Victoria justa.
Queda mucha guerra por delante, pero el Atlético empieza a sumar batallas importantes en su haber.
Pizarras al poder
Orden multiplicado por 22 hombres. Esa es la única ecuación o cuenta que se puede calcular cuando en la banda están al mismo tiempo Simeone y Marcelino. Ya se vio en Mestalla y se repitió en el Wanda Metropolitano: Valencia y Atlético son capaces de aguantar todo el partido si es necesario siendo más serios que anárquicos y concediendo lo menos posible para sacar el mayor rendimiento de sus respectivos ataques.
En 45 minutos de brega, el Atlético ganó a los puntos con dos ocasiones generadas por Saúl y Giménez mientras que el Valencia sólo metió el miedo en el cuerpo a su rival una sola vez y Oblak apenas tuvo que moverse. Sí lo haría Neto con sendos paradones. Era día para equipos rocosos, pero también para la efectividad aunque fuese en la primera y única llegada. En la primera vuelta hubo de lo primero y faltó lo segundo. Resultado: 0-0.
Más allá del leve goteo de ocasiones, la batalla importante antes del descanso estuvo en el centro del campo. Marcelino no pensó en la Copa y Kondogbia volvió al once para barrer la medular y servir el balón a los pies de Parejo. El capitán ché tuvo presencia en la primera parte, pero no llegó a conectar nunca con Santi Mina y Zaza. La ausencia de Guedes fue notable. En el bando rojiblanco, adiós inicial al trío Saúl-Koke-Gabi optando Simeone sólo por los dos primeros. Se esperaba que Koke aumentase su nota media en lo que va de temporada, pero no pasó del aprobado raspado.
Con el centro del campo destruyendo el juego creativo, el Atlético apeló a las apariciones de Carrasco, Correa y Griezmann. Ellos eran los encargados de dar sentido a la continua batalla de Diego Costa con Paulista y Garay. Por momentos Carrasco llegó a tomar el mando del ataque y logró esa sensación de verticalidad, sin embargo, el belga se fue diluyendo y la pareja Correa-Griezmann apenas llegó a combinar con Costa. Faltaba algo más y ninguno de los dos equipos daba con la tecla exacta para encontrar el gol.
Zarpazo de Correa
El choque acabó muy bien para el Atlético, pero tuvo que sufrir mucho en el trayecto. Siguiendo con la metáfora de las batallas, Simeone vio como en menos de 50 minutos había perdido por lesión a dos jerarcas de su defensa. Savic cayó en la primera parte y Godín nada más comenzar la segunda. El golpe del uruguayo con Neto fue terrible y el Cholo se vio obligado a cambiar la zaga por completo: Lucas pasó al centro con Giménez (recambio de Savic), Juanfran entró en la derecha y del flanco diestro pasó Vrsaljko a ocupar el izquierdo. Nueva defensa, dos cambios gastados y sólo una bala en la recámara. Mal augurio a la basura.
Con 0-0 en el marcador y una única sustitución posible a Simeone le tocó decidir entre Vitolo y Gabi. Si salía el capitán, más centro del campo, pero el cambio, ofensivo, no hubiese sido precisamente. El Cholo ya había elegido qué hacer cuando Correa decidió ahorrarle un posible debate a su entrenador. Disparo a la escuadra del argentino en el 60’ y fin del asunto. Dos pájaros de un derechazo, partido encarrilado y además, Gabi por Carrasco sin que nadie dijese nada en la grada.
Tras el 1-0, Marcelino se la jugó con Carlos Soler y Rodrigo sabiendo que el Atlético, salvo sorpresa, daría un paso atrás. Acertó el técnico asturiano, pero los locales no iban a repetir errores pasados con faltas de concentración. Simeone sujetó a los suyos y, en plena efervescencia de los minutos finales, llegó el pique entre Griezmann y la grada. Contra con ventaja atlética, balón en los pies del francés y media vuelta para pausar el juego. Hasta aquí todo normal porque la decisión era inteligente, pero la insatisfacción de la grada ante el gesto tan evidente de su estrella colmó la paciencia del ‘7’ que se giró claramente para callar a parte de su afición.
Aunque con razón en un tanto por ciento alto, a Griezmann le sobró el gesto. Es, sin lugar a dudas, el jugador con más calidad del Atlético de Madrid y puede que a veces al genio se le exija con una vara de medir diferente, pero las estrellas lo son en todos los sentidos.
El pitido final dejó al Atlético sin ganas de pensar en piques y con la segunda plaza bien amarrada. La guerra se afronta mejor con batallas ganadas.
Ficha técnica:
Atlético de Madrid, 1: Oblak; Vrsaljko, Savic (Giménez, m. 29), Godín (Juanfran, m. 51), Lucas; Correa, Saúl, Koke, Carrasco (Gabi, m. 61); Griezmann y Diego Costa.
Valencia, 0: Neto; Vezo, Gabriel Paulista, Garay, Gayà; Maksimovic (Soler, m. 65), Parejo, Kondogbia, Lato (Rodrigo, m. 62); Santi Mina y Zaza.
Gol: 1-0, m. 60: Correa, con un derechazo a la escuadra desde fuera del área.
Árbitro: Iglesias Villanueva (C. Gallego). Amonestó al visitante Rodrigo (m. 92).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 49.596 espectadores.